Buenos Aires, 25 de diciembre.-El Papa, vestido con ropas doradas y blancas, fue socorrido por agentes de la seguridad vaticana y, tras unos pocos segundos, continuó con la procesión en la nave central de la basílica para celebrar la misa.
Sin embargo, el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años y con una salud frágil, fue llevado en una silla de ruedas. El prelado fue hospitalizado por una fractura de fémur.
El incidente, que dejó a los guardias de seguridad visiblemente agitados y a los obispos aturdidos, ocurrió al inicio de la misa en la que Benedicto XVI se dirigió a los 1.100 millones católicos por quinta vez desde que fue elegido en 2005.
Las imágenes de televisión a cámara lenta mostraron una silla de plástico volando por los aires mientras los guardaespaldas se situaban en torno al Papa y detenían a la mujer, que se esperaba sea interrogada por la policía vaticana.
La mujer, Susanna Maiolo, una ítalo-suiza de 25 años, "aparentemente desequilibrada", fue interceptada por los servicios de seguridad e interrogada por los gendarmes del Vaticano, antes de ser trasladada a un hospital, refirió a la AFP Lombardi.