Buenos Aires, 31 de enero.- La plaza Tahrir, epicentro de las protestas contra el presidente egipcio, Hosni Mubarak, fue nuevamente hoy escenario de una masiva manifestación popular opositora que se desarrolló en calma a pesar del fuerte operativo militar montado por el gobierno.

Alambres de púa y tanques formaron las barreras para que los manifestantes no se desbandaran del perímetro de la plaza, en tanto helicópteros sobrevolaron permanentemente la zona de modo intimidante.

No obstante esta fuerte presencia militar, manifestantes y efectivos actuaron en forma coordinada para que todo trancurriera en paz y no se produjeran incidentes, más allá de alguna corrida aislada en el inicio de la jornada.

Desde muy temprano, cuando la ciudad del El Cairo amaneció cubierta de niebla, un grupo de manifestantes permanecían en la emblemática plaza de la "Libertad" desafiando el toque de queda, que rigió hasta las 8 de la mañana local (3 de Argentina).

"No nos vamos a ninguna parte", afirman. Una pancarta desplegada en la zona lleva un mensaje dirigido a los militares: "El Ejército debe elegir entre Egipto y Mubarak".

La convocatoria finalizará a las 14 (9 de Argentina) ya que a esa hora comienza el toque de queda, más allá de que en las anteriores mucha gente ignoró ese tipo de restricciones impuestas por el régimen.

Los bancos y la mayoría de los comercios de los alrededores de este lugar permanecen cerrados.

Paralelamente, los grupos opositores, liderados por el premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, hicieron un llamado a una huelga general a partir de hoy y a una gran manifestación "de un millón de personas" mañana, para exigir la renuncia de Mubarak, según informa el canal árabe Al Jazeera.

El presidente egipcio pidió a su nuevo primer ministro Ahmed Shafiq que dialogue con la oposición para promover la democracia en el país, en un mensaje televisivo emitido anoche por la televisión estatal Nile TV.

Acorralado por las protestas en todo el país y la creciente presión mundial, Mubarak pidió además a su nuevo gobierno, nombrado el sábado, que emprenda reformas económicas con el objetivo de crear empleo y controlar la inflación.

Sin embargo, los manifestantes opositores al régimen creen que es “demasiado tarde”, y parecen dispuestos a mantener el desafío hasta verlo caer.

Y a la oposición se unió también hoy la estrella de cine egipcio Omar Sharif ("Doctor Zhivago"). En declaraciones a la emisora Al Arabiya, el actor, de 78 años, dijo que después de llevar 30 años en el poder, ya es hora de que Mubarak abandone la presidencia.

El principal bloque opositor, la Hermandad Musulmana, intentaba entre tanto formar un frente común con otros grupos y con El Baradei, quien fue designado para liderar las conversaciones por parte de la oposición.

Los grupos antigubernamentales dijeron que también buscan un diálogo con el Ejército, una institución muy respetada en Egipto.

Las organizaciones defensoras de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch llamaron entre tanto al régimen de Mubarak a renunciar al uso de la violencia contra los manifestantes antigubernamentales y a que no permita que la policía utilice fuego real contra los manifestantes.

Finalmente, varios países, entre ellos Alemania, Grecia y Australia, enviaron aviones a Egipto para evacuar a sus ciudadanos del país, especialmente a los diplomáticos y sus familias.