Los familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos desde hace casi tres meses en Iguala, en el estado Guerrero, reiteraron su profundo dolor e impotencia. Contaron la dolorosa y triste Navidad que tendrán.
"En mi casa ya no va a haber Navidad porque siempre tengo el recuerdo de mi hijo", dijo entre lágrimas Margarita Zacarías Rodríguez, madre de uno de los jóvenes estudiantes de magisterio de Ayotzinapa que desparecieron el pasado 26 de septiembre.
Su detención se produjo en la ciudad de Iguala, a 200 kilómetros al sur de la capital, por policías municipales que los entregaron al grupo criminal Guerreros Unidos, según el testimonio de tres detenidos, que confesaron que los estudiantes fueron asesinados y calcinados. Hasta la fecha las autoridades sólo pudieron identificar los restos de uno de ellos.
"Va a ser una Navidad triste sin él y sus compañeros", agregó María Inés Abraján, también acompañada de una foto de su sobrino desaparecido.
El caso de estos jóvenes generó una gran conmoción dentro y fuera del país, y mantiene al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto bajo fuerte presión.