Estados Unidos, 26 de septiembre.- El papa Francisco ofreció una misa en la catedral de San Pedro y San Pablo, de Filadelfia. Allí pidió a los religiosos que transmitan la alegría del Evangelio, reclamó una participación más activa de los laicos y pidió que recen por los jóvenes y las familias.
Las siguientes fueron las frases más importantes del discurso del sumo pontífice en el penúltimo día de su gira por Estados Unidos:
– La historia de la Iglesia en esta ciudad y en este estado es una historia que no trata sólo de la construcción de muros sino también de derribarlos.
– Es una historia que nos habla de católicos comprometidos, que construyeron para el culto, la educación, la caridad y el servicio para la sociedad.
– Se ve en el esfuerzo de todos aquellos sacerdotes, religiosos y laicos que han atendido las necesidades espirituales de los pobres, los inmigrantes, los enfermos, los pobres, los encarcelados.
– Nuestra misión especifica es transmitir la alegría del Evangelio y edificar la Iglesia.
– Uno de los grandes desafíos de la Iglesia es fomentar en todos los fieles el sentido de la responsabilidad personal en la misión de la Iglesia.
– Esto requiere creatividad para adaptarse a los cambios de las situaciones, transmitiendo el legado del pasado, abriéndose a las posibilidades que el espíritu nos descubre mediante la comunicación de la alegría del Evangelio.
– Sabemos que el futuro de la Iglesia en una sociedad que cambia rápidamente, reclama desde ahora, una participación de los laicos mucho más activa.
– Nuestro reto es construir sobre esos cimientos sólidos y fomentar un sentido de colaboración compartido en la planificación de nuestra parroquias e instituciones.
– Significa discernir discernir y emplear sabiamente los múltiples dones que el Espíritu derrama sobre la Iglesia, significa valorar la inmensa contribución que la mujeres laicas y religiosas hacen y siguen haciendo en la vida de nuestras comunidades.
– Los animo a que renueven la alegría, el estupor del primer encuentro con Jesús.
– Les pido que reflexionen sobre nuestros servicio a la familias, a las parejas que se preparan para el matrimonio y a nuestros jóvenes.Les pido que oren fervientemente por ella.
– Que María con su amor de madre interceda en la iglesia de América. Para traer alegría, esperanza y fuerza a nuestra mundo. Rezo por cada uno de ustedes y les pido, por favor, que lo hagan por mí.

