Sin tregua. Luego que el presidente Sebastián Piñera anunciara el nuevo gabinete chileno, los manifestantes regresaron, con saqueos e incendios.

Nuevos saqueos y una serie de incendios fueron reportados ayer en Santiago, a unas cuadras de la sede del gobierno, luego de que el presidente chileno, Sebastián Piñera, anunciara la reorganización de su gabinete con la esperanza de salir de la mayor crisis política y social desde el retorno a la democracia.

Lenguas de fuego surgían desde un centro comercial de la avenida Alameda, que conduce hacia el Palacio de la Moneda, y desde la céntrica estación de subterráneo de Baquedano. También hubo protestas y escaramuzas en Valparaíso, Concepción y Antofagasta. "La zona céntrica es tierra de nadie. Veo totalmente sobrepasados a los Carabineros. Pido al gobierno que por favor tome medidas", dijo el alcalde de Concepción, Alvaro Ortíz. El mismo cuadro trazó la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo. "Este día ha sido peor que los otros", se lamentó Rojo.

Las protestas, que no tienen líderes claramente identificables, tienen demandas variopintas, que abarcan sectores como educación, pensiones, salud, mientras otros piden cambios estructurales como la renuncia de Piñera y la conformación de una asamblea constituyente.

La flamante ministra vocera del Gobierno, Karla Rubilar, dijo al caer la tarde que "no tenemos contemplado volver al Estado de Emergencia"