Más de doscientos millones de personas en el mundo padecen diabetes y alrededor de un millón mueren cada año debido a esta enfermedad, una cifra que se podría duplicar en la próxima década si no se actúa de forma urgente.
Así lo afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes hoy, 14 de noviembre, en un comunicado en el que destaca el impacto de esta enfermedad crónica en, sobre todo, las personas de países con menor nivel de desarrollo.
"La mayoría de los enfermos de diabetes viven en países de renta baja o media y tienen entre 45 y 64 años", destaca la OMS en la nota.
En estos países, los medios para controlar y detectar a tiempo esta enfermedad crónica, que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce, son insuficientes debido al elevado gasto que supone para su sistema sanitario.
Debido a estas precarias condiciones, cerca del 80% de las muertes por diabetes se registran en países de ingresos bajos y medios, y más de la mitad suelen corresponder a mujeres.
El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
Según la OMS, tan sólo pequeños pasos en la vida diaria, como información preventiva, una dieta equilibrada, ejercicio físico, un peso regular o evitar el tabaco, pueden prevenir la diabetes o retrasar su aparición.
En Argentina
Uno de cada 10 argentinos tiene diabetes y se estima que la mitad de los afectados desconoce su condición, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones renales, cardíacas o ceguera, señalaron especialistas médicos.
Del total de los diabéticos, 9 de cada 10 sufren la diabetes tipo 2 que suele presentarse en forma asintomática y se trata con una dieta, acompañada en la mayoría de los casos con una medicación.
León Litwak, médico endocrinólogo y jefe de la Sección Diabetes y Metabolismo del Hospital Italiano de Buenos Aires, sostuvo que "la mayoría de las personas con diabetes tipo 2 en Argentina no logra controlar los niveles de glucosa adecuadamente y eso implica que tienen un mayor riesgo de padecer complicaciones a largo plazo, como ceguera, amputaciones y enfermedades renales".
La diabetes es una enfermedad consistente en una falta de insulina en el organismo y una capacidad reducida de las células para utilizar esa hormona, la cual es secretada por el páncreas para regular los niveles de azúcar en la sangre.
La diabetes tipo 1 por lo general se detecta en niños y menores de 30 años y sus afectados deben aplicarse insulina, a diferencia de la tipo 2 que se manifiesta en la adultez e inciden en su aparición factores genéticos, ambientales y la obesidad, que se controlan con alimentos light y si es necesario, medicación.
