Con el impulso del papa Francisco, que designó a mujeres en cargos jerárquicos en casi todos las oficinas de la Santa Sede, la participación femenina en la estructura decisional vaticana creció casi un 70 por ciento en los últimos años, incluida una periodista argentina a la cabeza de la edición en español del diario oficial del Vaticano.

Desde su entronización en 2013, el pontífice abrió la estructura jerárquica vaticana a la participación de mujeres en áreas como el manejo de la economía, el aparato comunicacional, las relaciones con organismos multilaterales y la dirección de los Museos.

Esta semana, la designación de seis mujeres como expertas laicas del Consejo de Economía de la Santa Sede, que concentra toda la estructura económica vaticana, confirmó la apertura de Jorge Bergoglio hacia una mayor participación femenina.

El Papa nombró en las últimas horas a seis mujeres laicas (dos británicas, dos españolas y dos alemanas) dentro del consejo de siete miembros que, según el decreto de su creación, tiene a cargo supervisar la gestión económica y vigilar las estructuras y actividades administrativas y financieras de los Dicasterios de la Curia Romana, las Instituciones relacionadas con la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano.

Según estadísticas del Vaticano a las que accedió Télam, la cantidad de mujeres ocupadas en cargos de la Curia romana pasaron de 385 en 2010 a las 649 que había hasta el 31 de diciembre de 2019, un aumento de casi el 70% en menos de una década.

En números absolutos, la cantidad de mujeres que trabajan en el Vaticano pasó de 697 en 2010 a 1.016 a fines de 2019.

Los nuevos nombramientos en el Consejo de Economía se suman a otra serie de designaciones relevantes.

Este año, el Papa también designó a la italiana Antonella Sciarrone Alibrandi en el consejo de la Autoridad de Información Financiera (AIF), el ente anti-lavado de la Santa Sede. Semanas atrás, también nombró a Raffaella Vincenti a cargo de la Biblioteca apostólica. A inicios de 2020, la laica italiana Francesca Di Giovanni había sido designada en una tercera línea de la Secretaría de Estado, por debajo del canciller Paul Gallagher, donde esta dedicada a la relación del Vaticano con los organismos multilaterales.

Jurista de carrera dentro de la estructura del Vaticano desde 1993, Di Giovanni es la primera mujer que tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado que encabeza el cardenal italiano Pietro Parolin, una suerte de primer ministro de la Santa Sede. Es, además, la primera mujer con autoridad real sobre los obispos que trabajan en la secretaría de Estado y sobre aquellos que están destinados como observadores vaticanos ante los organismos internacionales.