Ciudades chilenas como Talca o Concepción, terriblemente castigadas por un mortal terremoto que afectó al centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010, ven cómo sus heridas externas van cicatrizando.
‘Como consecuencia del terremoto (que provocó 524 muertos), Talca es hoy una ciudad con más crecimiento y desarrollo económico‘, asegura a la agencia Efe Juan Castro, el alcalde de la capital de la región chilena del Maule, una de las más afectadas.
A diferencia de lo sucedido en otras localidades, como Constitución o Dichato, en Talca el número de víctimas mortales no fue muy elevado, pero buena parte de las casas y establecimientos comerciales del centro de la ciudad quedaron en ruinas.
Hechas con arcilla y madera y con muchos años encima, las débiles construcciones no resistieron el temblor de 8,8 grados Richter, ocurrido hace dos años.
Algunas ya han sido reparadas, pero la mayoría debió ser reconstruida por completo. El centro de Talca luce hoy como una ciudad normal, de no ser por algunos inmuebles tapados por vallas metálicas que ocultan la desolación causada por el sexto mayor terremoto de la historia. ‘El adobe fue el gran perdedor‘, explicó a Efe el alcalde de esta ciudad que revive su pasado colonial.
Miembro de Renovación Nacional (el mismo partido del presidente Sebastián Piñera), Castro asegura que todos los subsidios han sido entregados y que se ha construido una cuarta parte de las viviendas para alojar a los damnificados.
‘Hoy ya nadie se acuerda del terremoto. La ciudad ha ido creciendo, hay más comercio y lo que se necesita es mano de obra‘, asegura.
A 250 kilómetros al sur de Talca está Concepción, principal escenario de la tragedia del 27 de febrero y segunda ciudad más importante del país. La destrucción era palpable en las viviendas, calles y las vías de comunicación y la reconstrucción se convirtió en una tarea urgente. Ubicada a unos 500 kilómetros al sur de Santiago, en Concepción no hay campamentos con familias damnificadas. Las viviendas del casco histórico que resultaron gravemente dañadas fueron demolidas por sus dueños, recurriendo a préstamos de la banca, porque ‘no es obligación del municipio‘, puntualiza el alcalde Patricio Khun, de la conservadora Unión Demócrata Independiente.
Tras quedar inundada por el tsunami que arrastró a barcos varios cientos de metros tierra adentro, Talcahuano empezó a notar algunos avances. En esa ciudad portuaria e industrial donde la Armada chilena posee una base naval, el borde costero ha sido remodelado y las casas del casco viejo de la ciudad que resultaron gravemente dañadas han sido demolidas.
Las autoridades quieren revitalizar Talcahuano y atraer a inversionistas que den un impulso económico a una ciudad cuyo pulso se vio interrumpido por el desastre.
Tras efectuar una consulta ciudadana llamada ‘Soñemos Talcahuano‘, el municipio ha elaborado un plan de desarrollo estratégico, económico y comercial para ofrecer oportunidades a los sectores industriales y el turismo y proporcionar una mayor calidad de vida a sus 250.000 habitantes.

