Estados Unidos, 3 de febrero.- El Concejo de Nueva York aprobó por 36 votos a favor y 12 en contra una reglamentación que prohíbe fumar en espacios al aire libre. De esta manera, 1700 parques y 22,5 kilómetros de playa serán protegidos del humo del cigarrillo.

"Los neoyorquinos que quieran disfrutar del aire fresco de los parques y playas de la ciudad podrán respirar un aire más limpio y no tendrán que sentarse en una arena llena de colillas", dijo el alcalde Michael Bloomberg que aseguró en un comunicado que la ley "protegerá a los neoyorquinos de los efectos que el tabaco tiene sobre fumadores pasivos", concretamente, "los niños que padecen de asma".

Según el alcalde, las cifras hablan por sí solas. En nueve años se consiguió reducir el número de fumadores en 350.000 personas y los neoyorquinos viven 19 meses más que en 2002.

Aunque estas prohibiciones contribuyeron a que haya menos dependencia al cigarrillo, los altos precios de los paquetes, cuyos impuestos hacen que el fumar tabaco en Nueva York sea un lujo, también lograron apartar a mucha gente de este vicio.

"La Policía no será la única responsable de su cumplimiento", comentó la legisladora Gale Brewer sobre la nueva normativa. Aquellos que desoigan el precepto estarían cometiendo un delito menor, comparable a nivel de sanción con orinar en la vía pública, y supondría una multa que no llega a los 100 dólares.