Las lluvias que castigan desde hace una semana al sureste de Brasil se ensañaron ayer con la región montañosa del estado de Río de Janeiro, donde causaron al menos 257 muertos, decenas de desaparecidos y dejaron bajo el lodo barrios enteros, situación que las autoridades calificaron de "crítica".

Las fuertes lluvias, que afectan al estado de Río de Janeiro cada enero desde hace años, golpearon ayer con fuerza a la localidad serrana de Teresópolis, a 91 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, donde han sido confirmadas 122 muertes, una cifra que puede aumentar a medida que avanzan las labores de rescate.

"Es la mayor catástrofe en la historia de Teresópolis", fundada en 1891, declaró el secretario del Ambiente del estado de Río de Janeiro, Carlos Minc.

El departamento de Defensa Civil divulgó cálculos iniciales que hablan de por lo menos 50 desaparecidos, pero admitió que tanto esa cifra como la de muertos puede aumentar a medida que los equipos de socorro lleguen a las regiones más críticas.

Los temporales que comenzaron a caer durante el martes también causaron desastres en las vecinas Nova Friburgo, Petrópolis e Itaipava, todas localidades de intrincada topografía en las que los muertos por las lluvias sumaban casi una treintena. En Nova, 3 de las víctimas fueron miembros de un equipo de bomberos, que fueron sepultados por los escombros de un pequeño edificio que se vino abajo.

Muchos de los barrios de las ciudades afectadas permanecían incomunicados por los derrumbes y los socorristas intentaban abrirse paso entre toneladas de barro para ayudar a las víctimas e iniciar las labores de búsqueda de cadáveres. Las imágenes de televisión, tomadas desde helicópteros, mostraban desde barrios enteros sepultados por el lodo, del que asomaban apenas los techos de algunas viviendas, hasta vecinos aislados que pedían socorro agitando prendas blancas.

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, dijo que conversó telefónicamente con la presidenta del país, Dilma Rousseff, quien se comprometió a enviar "toda la ayuda disponible" y además, ha decidido liberar unos 700 millones de reales (cerca de 412 millones de dólares) del Presupuesto nacional para atender la emergencia. Rousseff, según dijeron fuentes oficiales, viajará hoy hacia Río de Janeiro para sobrevolar las zonas afectadas y discutir nuevas medidas de apoyo a la población con las autoridades locales.

Asimismo, las autoridades nacionales de Defensa Civil comenzaron a recaudar ayuda para enviar a las zonas del desastre, en las que se calcula que más de un millar de personas debieron dejar sus hogares y han sido abrigadas en forma precaria en locales municipales y escuelas.

Los equipos de rescate continúan trabajando intensamente en las zonas afectadas, muchas de ellas completamente anegadas por el agua y el lodo. Las tareas de salvamento se están viendo dificultadas por la difícil topografía de las áreas azotadas por el temporal.