El izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya es oficialmente presidente de México con la ceremonia de "toma de protesta" de este sábado.

"Si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad", dijo durante su discurso. Aclaró, sin embargo, que la nueva etapa se inicia "sin perseguir a nadie" porque no apuesta "al circo ni a la simulación", en una especie de borrón y cuenta nueva.

AMLO, de 65 años, llega a la presidencia tras imponerse en las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio con más del 53% de los votos.

Sus primeras palabras fueron para agradece al saliente Enrique Peña Nieto que no "interviniera" en las elecciones y enseguida pasó a insistir en su idea de la "Cuarta Transformación". Y es que AMLO promete que su sexenio no va a ser un gobierno más sino un cambio profundo al nivel de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Eso, lo pretende con un ambicioso plan de infraestructura y programas sociales que sirvan para dejar atrás el neoliberalismo.

Qué es la "Cuarta Transformación" que propone AMLO

El nuevo presidente recibe un país sumido en una sangrienta guerra contra el narcotráfico y el crimenorganizado, con índices de corrupción sin precedentes y con un 40% de la población viviendo en la pobreza.

Uno de los grandes retos de AMLO es conseguir un equilibrio entre su intención de transformar el país en lo social y el cuidado de las finanzas del país.

El equipo económico del nuevo presidente ha tratado de calmar a los mercados. Desde octubre, la bolsa local ha caído más de un 15% y la moneda, el peso, ha retrocedido un 9%. Uno de los puntos críticos en ese sentido fue la cancelación del multimillonario proyecto de nuevo aeropuerto para Ciudad de México tras una consulta pública.

Gran parte del discurso del nuevo presidente se centró en criticar el problema de la corrupción y la promesa de que es algo que se va a acabar. "Me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su posición", dijo.

También habló de promover una ley para convertir la corrupción en un delito grave y que el presidente pueda ser perseguido por cualquier crimen, incluso estando en ejercicio. "El gobierno no será un simple facilitador para el saqueo", afirmó.