El mulá Nurudín Turabi, uno de los fundadores del grupo talibán que tomó el poder en Afganistán tras la salida de las tropas de EE. UU. , aseveró que los cuestionados castigos a ladrones, como las mutilaciones y las ejecuciones en estadios, serán implementadas por el régimen.

Turabi, encargado de disciplina ideológica, fue entrevistado por la agencia AP , a la cual le manifestó que “cortar manos es sumamente necesario por razones de seguridad”, bajo la premisa de que es un castigo disuasivo contra los delincuentes.

En el pasado, actuaciones del régimen como las mutilaciones o el fusilamiento de presos en estadios llenos, fueron duramente criticados por la comunidad internacional. “Todo el mundo nos criticaba por los castigos en los estadios, pero nosotros jamás los criticamos a ellos por sus leyes o sus castigos”, expresó.

Para este nuevo comienzo, indicó que “nadie nos va a decir cuáles leyes debemos tener. Seguiremos los lineamientos del islam y nuestras leyes estarán basadas en el Corán”.

Según AP, en el pasado las personas condenadas por homicidio morían por un tiro en la cabeza que usualmente era ejecutado por un familiar de la víctima. También había la opción de que le perdonara la vida al acusado a cambio de una indemnización económica.

A los ladrones se les amputaba una mano y los que cometían hurto en carretera les quitaban una mano y un pie.