La buena gestión y la cooperación entre usuarios promueven el acceso al agua, la lucha contra su escasez y contribuyen a la reducción de la pobreza, afirmó la Organización de Naciones Unidas (ONU) al celebrarse hoy el Día Mundial del Agua.
Al menos 148 países poseen por lo menos una cuenca hídrica transfronteriza, razón por la cual la ONU declaró 2013 como el Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua.
‘La cooperación en la esfera del agua es crucial para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género‘, sostiene un documento de la ONU. ‘La cooperación permite un uso más eficiente y sostenible de los recursos hídricos y se traduce en beneficios mutuos y mejores condiciones de vida‘. Asimismo, ‘es fundamental para superar tensiones culturales, políticas, sociales y establecer la confianza entre las personas, las comunidades, las regiones o los países‘.
El documento específico ‘Agua cooperación‘ plantea que ‘la satisfacción de las necesidades humanas, el medio ambiente, el desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza son fuertemente dependientes del agua‘.
‘Una buena gestión del agua es especialmente difícil debido a algunas de sus características únicas: se distribuyen de forma desigual en el tiempo y en el espacio, el ciclo hidrológico es muy complejo y las perturbaciones tienen efectos múltiples.
‘La urbanización acelerada, la contaminación y el cambio climático amenazan el recurso, mientras que la demanda de agua aumenta para satisfacer las necesidades de una población mundial de siete mil millones de personas, la producción de alimentos, la energía, la industria y el uso doméstico.
‘El agua es un bien común y su gestión debe tener en cuenta una amplia variedad de intereses en conflicto, lo cual debe ser transformado en oportunidades para la cooperación entre los usuarios.
En 2025, cerca de 2000 millones de personas vivirán en países o en regiones donde la escasez de agua será absoluta y los recursos hídricos por persona estarán por debajo de los 500 metros cúbicos anuales recomendados, cantidad de agua que necesita una persona para llevar una vida sana e higiénica.
El agua de mala calidad puede aumentar el riesgo de enfermedades diarreicas, en particular, el cólera, la fiebre tifoidea, la salmonelosis, otras enfermedades víricas gastrointestinales y la disentería. La escasez de agua también puede dar lugar a enfermedades como el tracoma, la peste y el tifus. Así por ejemplo, el tracoma está muy relacionado con la falta de agua para lavarse la cara regularmente.
Según la FAO, la agricultura es una de las actividades que mayor cantidad de agua demanda, ya que el riego representa el 70% del total de agua dulce extraída en el mundo. Por esa razón el sector agrícola se enfrenta al reto de producir más alimentos de mejor calidad con cantidades razonables de agua y mediante mecanismos que aseguren su sostenibilidad ambiental.