El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva encabezó un acto en San Pablo tras salir en libertad después de 580 días preso. Desde el Sindicato de Metalúrgicos, donde empezó su carrera política y se entregó a la Policía en abril de 2018, el exmandatario que lleva casi 24 horas en libertad, afirmó que fue a la cárcel y no al exilio para probar la mentira en su contra. Y aseguró: “Bolsonaro está destruyendo el país.

Además expresó sus sensaciones y los proyectos que tiene para delante: "Tengo más coraje de luchar para que el trabajador tenga un empleo normal". A su vez, tuvo duras críticas para con el sistema judicial y apuntó contra el ex juez Sergio Moro, "necesito probar que el juez Moro es un canalla".

El líder del partido trabajador afirmó que pudo haberse exiliado de su país, pero que en lugar de ello, "fui preso con la conciencia tranquila". "Dudo que Moro tenga la conciencia tranquila y también dudo que Bolsonaro duerma con la conciencia tranquila, después de tantos empleos que destruyó", sostuvo.

Y agregó: "El pueblo está pasando más hambre, está sin empleo, el pueblo trabaja para Uber o entregando pizzas en bicicleta".

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 74 años, purgaba una pena de 8 años y 10 meses por corrupción pasiva y lavado de dinero, pero fue liberado después que la corte suprema prohibiera dar inicio al cumplimiento de sentencias mientras los acusados tuviesen recursos legales disponibles.