Espera. Lula gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y responderá en libertad a la espera de que una instancia superior se pronuncie.

 

El exmandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, un serio candidato para las elecciones presidenciales de octubre de 2018, fue condenado ayer a nueve años y medio de prisión por cargos de corrupción y lavado de dinero, en el primero de cinco procesos que enfrenta vinculados a una gigantesca trama de sobornos.

El juez federal de Curitiba, Sergio Moro, encontró culpable a Lula (71 años) de aceptar 2,25 millones de reales (700 mil dólares) en sobornos de la firma de ingeniería OAS SA. Fiscales dicen que con el dinero la empresa remodeló un departamento en el balneario de Guarujá para el político a cambio de su ayuda para obtener contratos con la estatal Petrobras.

El fallo del tribunal de primera instancia es una dura derrota para Lula, que seguirá en libertad mientras espera la apelación, y un serio golpe a sus aspiraciones políticas. Lula quedaría impedido de ejercer cargos públicos por 19 años si el fallo es confirmado por un tribunal superior, en un proceso que puede extenderse por al menos ocho meses.

Aunque la agencia de noticias Efe informaba que la justicia superior deberá pronunciarse sobre el caso a mediados o fines del año próximo, lo que coincidiría con la campaña electoral.

Un abogado de Lula dijo que apelará la sentencia. Fiscales han acusado a Lula, que asumió el primero de sus dos mandatos en 2003, de liderar un extenso esquema de corrupción que fue descubierto en una investigación sobre sobornos en torno a Petrobras. 

El veredicto representa la condena de más alto perfil emitida hasta ahora en el marco de la Operación Lava Jato que investiga corrupción en los más altos niveles del empresariado y el gobierno.

Lula se convirtió ayer en el primer expresidente condenado penalmente por la Justicia de un país que lidia con escándalos de corrupción. La sentencia de Moro estará en suspenso hasta que se expida el tribunal 4 de Porto Alegre: si se confirma, el expresidente será inhabilitado para participar de las elecciones de 2018, para las cuales es favorito, y es probable que pueda ser detenido. Moro le impuso una multa adicional de 669.700 reales (unos 200.000 dólares) por los crímenes supuestamente cometidos.

 

Sin cautelar, por ‘prudencia’

Lula afronta al menos cinco procesos por la megacausa Lava Jato. Tres de ellos están vinculados con la megainvestigación sobre corrupción política, mientras que otros dos son ramificaciones de la causa. El magistrado entendió que el apartamento, a nombre de la OAS, era en realidad destinado a Lula, como parte del dinero que el Partido de los Trabajadores (al que pertenece Lula) recibió supuestamente de las empresas como aportes ilegales de campaña o sobornos. Moro explicó en su sentencia que no ordenó una prisión cautelar del líder del Partido de los Trabajadores (PT) por ‘prudencia‘ y para evitar ‘ciertos traumas‘.