Un psicópata de 40 años que salió de prisión el pasado 14 de marzo mató en apenas un mes a dos mujeres y violó a otras tres, confirmó ayer la policía chilena, que investiga la existencia de otras posibles víctimas.

Erasmo Moena Pinto fue detenido el miércoles en la localidad costera de Viña del Mar, donde la Policía de Investigaciones (PDI) le tendió una emboscada en colaboración con la prima de una de las víctimas, que actuó como señuelo.

Además de los dos asesinatos, Moena, que ha pasado once de los últimos dieciocho años encarcelado, ha confesado que después de su excarcelación abusó sexualmente de dos mujeres y una niña de 10 años, en la región sureña del Bío Bío.

Después se desplazó a Viña del Mar, a 125 kilómetros al Noroeste de la capital, donde a través de la prensa contactó a varias mujeres que buscaban trabajo y les ofreció empleo por un millón de pesos mensuales (unos 2.000 dólares).

Una de ellas rechazó la propuesta, pero le dio el dato de contacto de una amiga que podía estar interesada, Loreto López Fernández, una secretaria bilingüe de 39 años, quien a su vez recomendó el trabajo a Andrea Quappe Pinto, una diseñadora de 42 años.

Las dos, residentes en Santiago, se desplazaron por separado en autobús a Viña del Mar.

En el terminal de autobuses las esperaba Moena para trasladarlas a un bosque de eucaliptos, en el sector de Placilla, situado a la entrada de la vecina ciudad de Valparaíso, donde supuestamente se hallaba la empresa en la que iban a trabajar.

Allí se encontraron los cuerpos de las dos víctimas, semidesnudos y con signos de violencia.

Las familias de las dos mujeres denunciaron su desaparición y la policía, al revisar el registro de llamadas de sus celulares, observaron que ambas habían telefoneado al número de Moena.

Entonces, los agentes se pusieron de acuerdo con una prima de Loreto López, Andrea San Martín, para que actuara de señuelo y concertara una cita con el presunto homicida en un centro comercial de Viña del Mar, donde finalmente fue detenido.

"Él se veía una persona muy confiable, alta, rubia, de ojos verdes, relativamente atractivo, muy educado y cordial", relató la mujer.

Moena confesó los crímenes e indicó el lugar en el que había ocultado los cadáveres.

Además, la policía halló en su poder un revólver y cinco celulares, dos de los cuales son de las mujeres asesinadas, pero se desconoce a quién pertenecen los otros tres, por lo que se investiga la existencia de otras víctimas.

Para ello, los agentes rastrean hoy con perros detectores de cadáveres el mismo bosque de Valparaíso.

El autor confeso de los crímenes será procesado mañana por los delitos de homicidio, secuestro y violación, señalaron las fuentes.