Como Chávez. Con la Constitución en la mano, Maduro defendió la institucionalidad de su gobierno en su visita al Tribunal Supremo de Justicia.

Las Fuerzas Armadas de Venezuela dieron ayer una contundente y unánime muestra de respaldo al gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien respondió a las presiones externas para que abandone el poder con una declaración a favor de la apertura de un diálogo entre venezolanos propuesto por México y Uruguay.

En el día después del acto en el que Juan Guaidó jurara como presidente interino del país por encargo de la Asamblea Nacional (AN, parlamento), ocho generales que comandan estratégicas regiones del país ratificaron su "lealtad y subordinación absoluta" a Maduro, en mensajes difundidos repetidamente por la televisión estatal.

"No aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley", dijo el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, para dar mayor sustancia a los pronunciamientos públicos de sus subordinados.

Maduro agradeció el respaldo de los militares durante un acto público con los jueces del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en una jornada que Guaidó pasó sin apariciones en público, "a resguardo" en algún lugar desconocido, según dijeron sus allegados.

Ayer, EEUU y otros 15 países, entre ellos la Argentina, pidieron en la Organización de Estados Americanos (OEA) que se garantice la "seguridad" de Guaidó.

El más duro en este pedido fue el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, quien advirtió a Maduro sobre cualquier decisión para "usar la violencia y reprimir una transición pacífica".

Venezuela continuaba ayer bajo extrema incertidumbre política, aunque las expresiones y protestas callejeras de sectores chavistas y antichavistas se redujeron.

Por lo menos 26 personas murieron y 364 fueron detenidas en distintas ciudades del país durante las protestas realizadas esta semana contra el gobierno de Maduro, según el reporte de la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.