Han crecido ante los ojos de todos los estadounidenses y ahora Malia y Sasha Obama pasarán su adolescencia en la Casa Blanca, con unos padres que van a seguir defendiendo su privacidad pese al aumento del interés popular por saber cómo son, qué hacen y cómo se visten.
Malia, de 14 años, ya va al instituto, es casi tan alta como sus padres, Barack y Michelle Obama, juega al tenis y tiene un teléfono móvil, aunque sólo lo puede usar los fines de semana. Su hermana Sasha, de 11, también ha dado un estirón en los últimos meses y su padre, quien ayer juró en el cargo para un segundo mandato que se prolongará hasta enero de 2017, intenta no perderse los torneos de baloncesto en los que participa.
Amigos y asesores de la familia presidencial cuentan que ambas son disciplinadas. Según Michelle, Malia se toma su trabajo académico “muy en serio” y está empezando a pensar en qué le gustaría estudiar cuando llegue el momento de ir a la universidad, mientras que Sasha es “más relajada” y está aún “formándose”.
La disciplina de ambas, que tienen vetado el uso de Facebook, es fruto de las reglas marcadas por la primera dama, algunas de las cuales ha desvelado ella misma en entrevistas y otras apariciones.
Cuando van de viaje deben escribir sobre lo que han visto o les ha llamado la atención, entre semana pueden usar la televisión y el ordenador sólo para las tareas escolares, y cada una tiene que practicar dos deportes, uno escogido por ellas y otro por su madre.
Además, Malia tiene que aprender a lavar su ropa antes de ir a la universidad y las dos deben comer verduras, en línea con la campaña en favor de la alimentación saludable que promueve Michelle desde la Casa Blanca.
Cuando están en Washington los Obama tienen por norma cenar con sus hijas y hablar con ellas de cómo les ha ido el día.
En estos cuatro años el matrimonio presidencial ha sido muy cuidadoso a la hora de decidir qué información dar sobre las niñas y cuándo hacerlo, con el objetivo de que Malia y Sasha llevaran una vida ‘lo más normal‘ posible.
Han trascendido anécdotas y curiosidades triviales como el entusiasmo de las chicas por la serie de televisión “Modern Family”, pero la máxima para la prensa ha sido respetar su privacidad y seguridad, y no informar de ellas ni hacerles fotografías cuando no están con sus padres.
Reacio a una excesiva intromisión de la política en su vida, Obama sí sacó partido de su lado más personal y familiar en la campaña electoral del año pasado y sus hijas aparecieron en mensajes y videos para captar el voto, entre ellos uno lanzado en junio con motivo del Día del Padre.
Hasta el momento Malia y Sasha no han protagonizado ningún desliz o momento incómodo, lejos de las aventuras nocturnas de las hijas de George W. Bush (Barbara y Jenna) y de los escándalos del príncipe Harry de Inglaterra.
En público las “chicas Obama” son discretas y educadas, y últimamente han sido elogiadas por los expertos en moda.
La noche del 6 de noviembre, tras conocerse la victoria electoral de Obama, las dos aparecieron radiantes junto a sus padres en Chicago con faldas de vuelo por encima de la rodilla del estilo de las que lleva Michelle.
El estilo “fresco” de Malia es “muy accesible” para las adolescentes que la quieran emular y tiene “una especie de magnetismo” similar al de la duquesa de Cambridge (de soltera Kate Middleton), según la diseñadora Rebecca Taylor, quien ha vestido a la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra.
Malia y su madre estarán bajo la lupa de los expertos y comentaristas de moda hoy, día en que el padre jurará públicamente el cargo en una multitudinaria ceremonia ante el Capitolio.
“Ahora que mis hijas se están haciendo mayores no quieren pasar mucho tiempo conmigo”, dijo Barack Obama esta semana en la última rueda de prensa de su primer mandato al comentar que algunas veces se siente “solo” en la Casa Blanca. Como presidente le espera una nueva etapa, pero también como padre. Fuente: Efe