Rescatistas trabajaban ayer contrarreloj en Chile para rescatar a 34 operarios que llevan casi un día atrapados en una pequeña mina del norte del país, sin que las autoridades tengan noticias sobre su condición.

En la noche del jueves, la gubernamental Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) reportó que se produjo un socavón en la mina San José de la empresa San Esteban, y tras hacer una evaluación en el terreno, constató que la rampa principal de la instalación estaba obstruida.

"Hasta el momento no tenemos una información de detalle de las condiciones en que están. Presumimos que están dadas las condiciones para que las personas puedan ser rescatadas a la brevedad", dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien está de visita en Ecuador.

"Una vez que se termine esta crisis vamos a evaluar muy bien las causas y los orígenes de este derrumbe", agregó en referencia a uno de los peores accidentes laborales de los últimos años en el país andino. El difícil acceso obstaculizaba las labores de rescate que se extendían desde la noche del jueves en el interior de la mina, ubicada en una zona muy árida de la región de Atacama y que al año produce 1.200 toneladas de cobre.

La máxima autoridad del Gobierno en la Región de Atacama, Ximena Matas, dijo que existe la posibilidad de que los mineros se encuentren en un refugio habilitado para emergencias en una zona más profunda de la mina. Ese refugio cuenta con los elementos básicos y necesarios para que la gente pueda estar durante un tiempo, con oxígeno, alimentación, agua y ropa de abrigo. En ese refugio, los trabajadores pueden disponer de oxígeno para cerca de 72 horas -de las que ya han transcurrido 24-, señaló la ministra del Trabajo, Camila Merinola.

La funcionaria, además del subsecretario de Minería, Pablo Wagner, y funcionarios del Servicio Nacional de

Geología y Minería se movilizaron a la zona donde está la minera de cobre y oro San Esteban Primera, a unos 45 kilómetros al noroeste de la ciudad de Copiapó.

Sindicalistas denunciaron que el yacimiento no cuenta con vías de escape, aunque rescatistas habrían podido acceder por ductos de ventilación. Trabajadores ya denunciaron que había una falla geológica en el pique y varios de ellos refirieron accidentes anteriores, entre los cuales un obrero sufrió la amputación de una pierna.