Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, habló por primera vez de la pérdida de su segundo hijo. A través de una carta abierta que decidió compartir en The New York Times, reveló que en julio sufrió un aborto espontáneo. ”Supe, mientras estrechaba en mis brazos a mi primer hijo, que estaba perdiendo el segundo”, escribió con la emoción a flor de piel.

La también actriz de 39 indicó que el dolor fue insoportable. “Esos momentos tristes, que dan miedo o son demasiado importantes, los vivimos a solas. Nadie se para a preguntar: ‘¿Estás bien?’. Perder un hijo implica un sentimiento de culpa casi insoportable que mucha gente ha vivido pero del que pocas personas hablan. En medio del dolor de nuestra pérdida, mi marido y yo descubrimos que, en una sala con 100 mujeres, de 10 a 20 de ellas habían sufrido abortos. Y, a pesar de esa impactante cifra, la conversación sigue siendo un tabú, aderezado con una (injustificada) culpa y perpetuando un ciclo de luto en solitario”, agregó rememorando el trágico momento.

Como pudo, la duquesa de Sussex trató de explicar cómo fue el episodio. Detalló que se levantó, fue a ver a su hijo Archie para cambiarle los pañales y de repente sintió un malestar abdominal como nunca antes, por lo que se dejó caer al piso, aunque siempre protegiendo que su primogénito no se lastimara. Ahí fue cuando se dio cuenta de que algo fuera de lo normal estaba ocurriendo.

“Me puse a tararear una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien”, sostuvo. Meghan dejó en claro que su esposo la acompañó en todo momento: “Sentada en una cama de hospital, viendo cómo se rompía el corazón de mi esposo mientras trataba de sostener los pedazos rotos del mío, me di cuenta de que la única forma de comenzar a sanar es preguntar primero: ‘¿Estás bien? ¿Estamos?’”.

Este bebé en camino iba a ser el primer hermanito para Archie, que nació en mayo de 2019. “Nos complace anunciar que sus Altezas Reales El Duque y Duquesa de Sussex dieron la bienvenida a su hijo primogénito en la madrugada del 6 de mayo de 2019. El bebé de Meghan y Harry pesó 3 kilos 300 gramos. La duquesa y el bebé están sanos y bien, y la pareja agradece el entusiasmo y apoyo compartidos durante este momento tan especial en sus vidas”, informaron formalmente cuando se convirtieron en padres.