Buenos Aires, 23 de enero.- El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, decidió salvar las apariencias y retirarse a su casa sin renunciar, cinco días antes de la asunción de su sucesor., el conservador Porfirio Lobo, quien recibirá el miércoles la banda presidencial de manos del nuevo titular del Congreso, Juan Orlando Hernández.

El grueso de la comunidad internacional, salvo Estados Unidos, Colombia, Guatemala Perú y Panamá, no reconoció las elecciones del 29 de noviembre en las que fue electo Lobo, del Partido Nacional, organizadas por el régimen de facto que encabeza Micheletti, tras el golpe de Estado del 28 de junio que derrocó al presidente constitucional, Manuel Zelaya.

Estados Unidos reclamó la renuncia de Micheletti previa a la asunción de Lobo, para sacar a Honduras de su actual aislamiento internacional, pero el gobernante de facto se negó, porque, dijo al retirarse a su casa sin abandonar al poder, eso hubiese sido aceptar que "se cometió un error o delito" al asumirlo tras el derrocamiento militar de Zelaya.

Anteriormente, había asegurado que permanecería en la sede del gobierno hasta el 27 de enero para ver la ceremonia de relevo por televisión y, una vez que le impusieran la banda a su sucesor, abandonaría la Casa Presidencial.

Pero agregó cinco días a su retiro protocolar, igual que hizo los días previos a las elecciones de noviembre, luego que el electo Lobo y su par de la República Dominicana, Leonel Fernández, suscribieron el miércoles un acuerdo para otorgarle a Zelaya un salvoconducto para que abandone la embajada de Brasil, donde está desde el 21 de septiembre y viaje como "huésped" a ese país caribeño.

"He visto unos movimientos un poco raros y le daré una satisfacción más al pueblo hondureño, por lo que trataré de bajar mi perfil y hacerme a un lado para que el nuevo gobierno pueda hacer sus atenciones", expresó Micheletti a la televisión, en declaraciones recogidas por el diario local Tiempo.

Sin embargo, la Fiscalía hondureña aclaró que el alejamiento de Zelaya no lo exime de cargos que le pueda formular la Justicia, cuya Corte Suprema de Justicia, la misma que ordenó su detención en vísperas del golpe, anticipó que el martes, un día antes de la asunción de Lobo, dará a conocer su fallo contra la cúpula militar por haberlo expulsado del país en lugar de encarcelarlo.

Más allá de esa sentencia, el presidente electo, que como su partido apoyó el golpe de Estado contra Zelaya, ya dijo que una amnistía política será una de sus prioridades en los primeros 100 días de gobierno, para lograr avances en el reconocimiento internacional.

Por otra parte, ayer se conoció el informe final sobre Honduras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), integrante de la Organización de Estados Americanos (OEA), que afirma que el "gobierno de facto ha violado sistemáticamente los derechos humanos" y "la libertad de expresión".

Más aún, la comisión expresó su preocupación porque "las autoridades de facto y la Corte Suprema de Justicia de ese país niegan sistemáticamente la existencia de esas violaciones, (lo) que se traduce en una inactividad y tolerancia que facilita la repetición de estos hechos de manera impune".

En el informe, que resume los acontecimientos desde el golpe de Estado, la CIDH da cuenta de "muertes por uso excesivo de la fuerza por parte de órganos de seguridad, represión, detenciones arbitrarias, tratos crueles, militarización y restricciones a la libertad de prensa".

Por otra parte, el coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras (FNRP), Juan Barahona, expresó que esa organización "respetará y apoyará" la decisión que adopte el presidente constitucional hacia su futuro, tras el compromiso firmado en República Dominicana por Porfirio Lobo.

Simultáneamente, un comunicado de Zelaya, citado por la agencia Prensa Latina, ratificó que "continuará la lucha pacífica junto a la resistencia para lograr los cambios necesarios para el país".

En la nota, el mandatario depuesto agradeció a Fernández, su par dominicano, las gestiones realizadas y reconoció que Lobo tuvo, con ese acuerdo, "un buen gesto y un primer paso en el camino de la reconciliación", pero agregó que "los crímenes y violaciones a los derechos humanos no deben quedar impunes".

"Zelaya permanecerá poco tiempo en Santo Domingo y proyecta quedarse algún tiempo en la Ciudad de México", adelantó uno de sus seguidores, César Ham, ex candidato presidencial del Partido Unificación Democrática (UD), citado por el diario local El Heraldo.

Tras el golpe de Estado, Zelaya intentó regresar por avión a su país el 5 de julio, lo que fue impedido por militares que cruzaron vehículos sobre la pista y reprimieron a miles de sus partidarios con armas de guerra, con el saldo de al menos dos muertos.

Un nuevo intento realizó a fin de ese mes desde la frontera con Nicaragua, ingresó unos metros durante unas horas, pero luego debió replegarse.

En tanto, la OEA expulsó de su seno al gobierno dictatorial de Honduras y Naciones Unidas condenó este nuevo golpe de Estado en América Latina.