Miguel Díaz-Canel fue elegido el jueves por la Asamblea Nacional como nuevo presidente de Cuba y sucesor de Raúl Castro, según la prensa oficial, una decisión que marca una nueva era en seis décadas de revolución socialista en la isla.

"Miguel Mario Díaz- Canel, de 57 años, fue electo Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de la República de Cuba por la recién constituida Asamblea Nacional del Poder Popular en su Novena Legislatura, que sesiona desde este miércoles en el Palacio de Convenciones de La Habana", informó el blog oficialista Cubadebate.

La segunda jornada de la sesión que ha inaugurado la IX Legislatura de Cuba arrancó pasadas las nueve de la mañana hora local en el habanero Palacio de Convenciones. Según medios oficiales cubanos, el hasta ahora primer vicepresidente del país fue ratificado con el 99,83% de los votos (602 de los 605 diputados) de la Asamblea Nacional del Poder Popular (el Parlamento unicameral)

Los más de 600 diputados elegidos en los comicios del pasado 11 de marzo votaron el miércoles la única candidatura oficial para conformar el Consejo de Estado (máximo órgano de gobierno de la isla), una propuesta que encabeza Díaz-Canel, que era hasta ahora primer vicepresidente del país y número dos del gobierno.

También fue elegido como primer vicepresidente el veterano dirigente Salvador Valdés Mesa, de 72 años.

Para las cinco vicepresidencias restantes los designados son el "histórico" Ramiro Valdés; el ministro de Salud Roberto Morales; la contralora general, Gladys Bejerano; la directora del Instituto de Recursos Hidráulicos de Cuba, Inés María Chapman; y la presidenta de la Asamblea provincial de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson.

El Consejo de Estado está integrado además por otros 23 vocales y un secretario, cargo en el que repetirá Homero Acosta.

La entrega del testigo de Raúl Castro a Díaz-Canel se producirá este jueves, en la jornada en que se conmemora el 57 aniversario de la victoria de Playa Girón, conocida también como la invasión de Bahía de Cochinos, cuando las milicias de Fidel Castro derrotaron a las tropas mercenarias que llegaron desde EEUU con el propósito de derrocar la naciente revolución en la isla.