Militantes reanudaron ayer los disparos de cohetes hacia Israel desde la Franja de Gaza, luego de rechazar una primera extensión del cese al fuego en el conflicto que ha causado la muerte de unos 1.000 palestinos, en su mayoría civiles. Israel había accedido a prolongar la pausa inicial de 12 horas en los enfrentamientos por otras cuatro horas, pero el ofrecimiento fue rechazado por el grupo islamista Hamás que domina Gaza. Poco después, el Gabinete del Estado judío aprobó una prolongación de la tregua por otras 24 horas, sin que estuviera claro si la propuesta sería aceptada y respetada por el grupo islamista palestino.

El alto el fuego de 12 horas respetado ayer por Israel y la milicia del movimiento islamista Hamás dio respiro a los gazatíes para aprovisionarse pero también descubrió una cruel realidad: barrios y localidades completamente arrasadas y decenas de cadáveres bajo los escombros.

El número de palestinos muertos en la ofensiva israelí ‘Margen Protector‘ se elevó anoche hasta los 1.147, y los heridos a más de 6.000, informó el Ministerio de Salud en Gaza en un mensaje enviado a los medios. En las últimas veinticuatro horas el número de muertos en la franja se ha elevado en más de 130, la inmensa mayoría civiles que fueron desenterrados bajo miles de kilogramos de cascotes.