El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció que las Fuerzas Armadas seguirán desplegadas en las zonas devastadas por el terremoto del 27 de febrero pasado para participar en las tareas de reconstrucción, tras levantarse el toque de queda para garantizar el orden.
"Quiero aprovechar de informar que hemos llegado a un acuerdo con las Fuerzas Armadas para que su rol se extienda por todo el proceso de reconstrucción, ya que queremos ir cambiando los fusiles por las palas", dijo el mandatario la madrugada de ayer en la ciudad de Concepción.
En la primera noche tras el levantamiento total del toque de queda, Piñera participó en una ceremonia al frente de la iglesia de Concepción, donde esperó que el reloj marcar las 3.34, momento en que su cumplió un mes desde el terremoto de 8,8 grados en la escala Richter que sacudió el centro y Sur del país.
Acompañado por vecinos de Concepción, Piñera participó en una oración religiosa por todos los afectados por la catástrofe, que hasta ahora ha dejado 452 muertos, 800.000 damnificados y pérdidas por 30.000 millones de dólares.
Piñera, quien cumplió una intensa agenda en las regiones del sur del país, fue recibido en Concepción con tres fuertes réplicas entre 4 y 4,7 grados en la escala de Ritcher.
El mandatario de centro derecha colocó velas en memoria de las víctimas, y anunció que las Fuerzas Armadas -desplazadas por la región bajo estado de catástrofe- se mantendrán por todo el proceso de reconstrucción.
"La primera obligación de todo Gobierno es garantizarle a todos los ciudadanos el orden público y la seguridad, y esa tarea la vamos a cumplir con todo el rigor y con todos los recursos que sean necesarios", argumentó. En tal sentido, añadió que "hemos llegado a un acuerdo con las Fuerzas Armadas para que su rol se extienda por todo el proceso de reconstrucción, ya que queremos ir cambiando los fusiles por las palas".
Los militares y grupos de voluntarios han intensificado en los últimos días sus labores de construcción de casas de emergencia para que miles de familias afectadas puedan enfrentar de mejor forma el comienzo del otoño austral.
Por otro lado, Sebastián Piñera anunció ayer que el sector público destinará unos 12.000 millones de dólares para financiar poco más de un tercio de los daños dejados por el terremoto y los tsunamis. Asimismo dijo que enviará la Congreso una ley para crear un fondo de la reconstrucción, que aglutinará los aportes del Estado y del sector privado. "Quiero pedirle al Congreso que se olvide de las pequeñeces, se olvide de las divisiones y piense en Chile y nos ayude a aprobar esas leyes que son fundamentales para traer ayuda y auxilio a millones de chilenos y para que la reconstrucción empiece sobre el pie derecho, sobre roca y no sobre arena", sostuvo en su discurso.
El Gobierno ya firmó un decreto de austeridad, que implica un reajuste fiscal de 733 millones de dólares, mientras los seguros comprometidos por el desastre llegan a unos 8.000 millones de dólares.
El mandatario dijo que el Gobierno financiará parte del futuro fondo de la reconstrucción con el uso de los ahorros externos, "en forma moderada y responsable. También vamos a hacer uso de la deuda pública, porque nuestro país puede contratar deuda pública".