Un avión de Malaysia Airlines se estrelló ayer derribado por un misil sobre el Este de Ucrania, causando la muerte de las 295 personas a bordo y aumentando la onda expansiva de un conflicto entre Kiev y separatistas prorrusos, que se culparon mutuamente de haber provocado la masacre. El Boeing 777 en ruta de Amsterdam (Holanda) a Kuala Lumpur, (Malasia) cayó cerca de la ciudad de Donetsk, un bastión de los rebeldes.

El ministro del Interior de Ucrania, Antón Gueráshenko, aseguró que el Boeing 777 fue abatido por un cohete tierra-aire lanzado por un sistema de misiles Buk en una zona de Donetsk, la ciudad de Snezhnoye, que está bajo el control de los milicianos separatistas apoyados por Rusia. Sin embargo, representantes de la autoproclamada república de Donetsk negaron que dispongan de armamento para derribar un avión que vuele a 10.000 metros de altura.

La pérdida del MH17 es el segundo desastre que enfrenta Malaysia Airlines este año, tras la misteriosa desaparición el 8 de marzo del vuelo MH370 con 239 personas a bordo en ruta hacia Pekín. En este vuelo tampoco se descartó la hipótesis de atentado con misil.

Decenas de cadáveres quedaron esparcidos ayer alrededor de los restos humeantes del avión. A bordo del avión viajaban al menos 154 holandeses, 27 australianos, 23 estadounidenses, 23 malayos, 11 indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense.

Ucrania culpó a los ‘terroristas‘, como llama a los rebeldes que combaten con las fuerzas armadas en busca de independizarse de la ex República Soviética con el guiño de Rusia, de disparar un viejo y pesado misil antiaéreo contra el avión. Pero líderes separatistas negaron estar involucrados y acusaron a las fuerzas armadas ucranianas, aunque casi al mismo tiempo el comandante militar rebelde dijo que interceptaron un avión de transporte ucraniano mucho más pequeño, el tercer derribo de este tipo esta semana.

La aeronave comercial cayó a unos 40 km de la frontera con Rusia, en una región con mucha actividad militar.

Un trabajador de los servicios de emergencia dijo que al menos 100 cuerpos se habían encontrado hasta el momento en el lugar, cerca del pueblo de Grabovo y que los restos de la aeronave estaban dispersos en un área de 15 km de diámetro.

La escala del desastre que cobró la vida de decenas de extranjeros podría aumentar la presión internacional para resolver una crisis que ha causado cientos de muertes en Ucrania desde que protestas sacaron del poder en febrero a un presidente respaldado por Moscú y Rusia anexara Crimea un mes después.

Horas después del accidente, separatistas prorrusos dijeron que habían encontrado la caja negra del avión.

Cuando se conoció la noticia, el presidente ruso Vladimir Putin y su par de EEUU Barack Obama estaban en medio de discusiones sobre las nuevas sanciones económicas que Washington y sus socios de la Unión Europea le impusieron el miércoles a Moscú para forzar a Putin a poner paños fríos a la revuelta contra Kiev.

Durante la conversación telefónica, los dos líderes hablaron sobre el derribo del avión y Obama advirtió acerca de posibles nuevas sanciones si Moscú no cambia su actitud ante la situación de Ucrania.

Malaysia Airlines dijo que los controladores aéreos perdieron contacto con el vuelo MH17 a las 1415 GMT mientras volaba sobre el Este de Ucrania hacia la frontera rusa con 280 pasajeros a bordo y 15 tripulantes. Según datos de vuelo, iba a velocidad crucero y estaba a unos 11.000 metros de altura cuando desapareció.

‘Estaba trabajando en el campo con mi tractor cuando escuché el ruido de un avión y luego un golpe y disparos. Entonces vi el avión chocar contra el piso y partirse en dos. Había un denso humo negro‘, dijo a Reuters un testigo que sólo dio su nombre de pila, Vladimir. El gobierno ucraniano ordenó una investigación del derribo, mientras que EEUU enviará un equipo especializado para determinar lo que pasó. (Reuters, EFE, Télam).