El magnate de los medios Rupert Murdoch renunció ayer a su intención de adquirir la totalidad de la principal cadena de TV satelital del Reino Unido, en medio de acusaciones contra sus diarios por escuchas ilegales y pago de sobornos a policías a cambio de primicias. El anuncio llegó horas antes de que el Parlamento británico aprobara por aclamación una moción que llamaba a Murdoch a abandonar sus planes de comprar la TV por cable British Sky Broadcasting mientras la Justicia completa las investigaciones sobre sus diarios.