El hijo mayor del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner, una destacada figura del Gobierno de mano dura que se extendió por 35 años hasta 1989, murió ayer en Asunción poco después de regresar de un largo exilio en Brasil, informaron medios locales.

Gustavo Stroessner, de 66 años y a quien el ex dictador veía como sucesor en la presidencia, era el administrador de la inmensa fortuna de la familia y fue procesado por enriquecimiento ilícito, pero nunca llegó a ser condenado ni el origen de sus bienes aclarados.

El hombre, un coronel de aviación, estaba hospitalizado desde mediados de enero por una infección que contrajo luego de haber sido tratado por un cáncer de pulmón en Brasil, donde vivió por más de dos décadas tras el derrocamiento de su

padre. Medios locales confirmaron la muerte, sin dar mayores detalles sobre su condición.

Alfredo Stroessner murió en el 2006 a los 93 años sin ser enjuiciado por los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante su Gobierno, en el que se estima que hubo unos 400 desaparecidos y miles sufrieron torturas y el exilio.

El levantamiento militar que derrocó al ex dictador en 1989 tuvo como una de sus causas las luchas internas para designar a su sucesor. Stroessner estaba convencido de que debía ser su hijo mayor, un hombre resistido en filas militares.

Gustavo Stroessner había abandonado Paraguay junto a su padre luego del golpe de estado que lo derrocó, en 1989, y se había radicado en Brasilia. Había regresado a Asunción a fines del año pasado, después de que la justicia paraguaya lo liberara de todos los procesos judiciales, consignaron los diarios asunceños ABC Color y Última Hora.

Antes había sido procesado por corrupción y malversación de fondos.