Meghan Markle, de 37 años, y el Príncipe Harry, de 34, le dieron la bienvenida a un varón, según confirmó el Palacio de Buckingham. El pequeño todavía no tiene nombre.

"Nos complace anunciar que sus Altezas Reales, el Duque y Duquesa de Sussex, dieron la bienvenida a su hijo primogénito en la madrugada del 6 de mayo de 2019. El hijo de Sus Altezas Reales pesa 3 kilos 300. La duquesa y el bebé están sanos y bien, y la pareja agradece a los miembros del público por su entusiasmo y apoyo compartidos durante este momento tan especial en sus vidas", dice el comunicado.

El flamante papá también anunció el nacimiento en una comunicación con los medios desde Windsor y no ahorró los elogios para la madre. "Es un bebé muy sano. Los dos están increíblemente bien. (El parto) Es la experiencia más maravillosa que podría haberme imaginado. Lo que hacen las mujeres supera cualquier comprensión. Estamos felices y agradecidos. Estoy tan orgulloso de mi mujer".

También confesó que "todavía están pensando" el nombre y bromeó con que todavía tienen tiempo hasta el bautismo, previsto para junio. Por último, habló de la belleza del bebé, "como diría cualquier padre": "Esta cosita chiquita es para morirse. Estamos en el séptimo cielo".

El nuevo heredero es el séptimo en la línea de sucesión a la Corona de su bisabuela Isabel II, después de Carlos, William, sus tres hijos, y el propio Harry. Se trata además del octavo bisnieto de la reina, de 93 años, y el príncipe Felipe, de 97.

Los padres decidieron no anunciar el lugar de nacimiento del bebé, aunque el palacio de Buckingham subrayó que la pareja está en Frogmore Cottage con Doria Ragland, la madre de Meghan, docente de yoga californiana "llena de alegría por la llegada de su primer nieto". Se descarta, entonces, que el parto haya sido en el hospital de Londres en donde nacieron el príncipe William y los tres hijos de este con su esposa Kate Middleton, la duquesa de Cambridge.

Esta decisión está en sintonía con el hermetismo que reinó a lo largo del embarazo de Meghan; la pareja nunca reveló la fecha programada de nacimiento y tampoco el sexo (dijeron que no querían conocerlo antes del parto). También trascendió que ella no quería posar ante los fotógrafos a las pocas horas de dar a luz -como sí lo hizo Kate- y que deseaba pasar algunos días a solas con su bebé antes de presentarlo al mundo.

La madre de Meghan, Doria Ragland, llegó a Gran Bretaña el mes pasado para estar al lado de su hija. El príncipe Harry, en tanto, se vio obligado a cancelar parte de un viaje planeado a los Países Bajos esta semana por el inminente parto.

El bebé podría optar a una doble nacionalidad, británica y estadounidense, si es que Meghan quiere pasar por el proceso de solicitud.

Harry y Meghan se casaron hace un año. En abril se mudaron de una casa en el Palacio Kensington en Londres a Frogmore Cottage, que es una propiedad cercana al castillo Windsor, donde fue la recepción de su boda.