Los neoyorquinos se preparan para la llegada de la primera gran tormenta de nieve del año, ‘Nemo‘, que algunas previsiones estiman que podría ser la mayor en los últimos cien años, y que se aproxima a la ciudad tres meses después del huracán ‘Sandy‘.

‘Ha empezado a llover en la ciudad y esperamos caigan entre 25 a 35 centímetros de nieve a partir de las 15 (20:00 GMT). Aunque todo podría cambiar en las próximas horas, tenemos que estar preparados para lo peor‘, afirmó ayer el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.

La tormenta ‘Nemo‘ llega tres meses después del devastador paso del huracán ‘Sandy‘ por la costa este de Estados Unidos, que dejó más de un centenar de muertos y daños por decenas de miles de millones de dólares.

‘Con suerte no será muy drástico y todo indica que no será nada comparado con ‘Sandy‘, pero eso no significa que haya que dejar de tomar precauciones‘, dijo el alcalde, quien no espera que en esta ocasión haya que evacuar las zonas costeras.

Las autoridades, tanto locales y estatales, han recomendado a los neoyorquinos que intenten en la medida de lo posible utilizar el transporte público, que eviten salir a las carreteras con sus vehículos, y que en caso de tener que hacerlo que extremen las medidas de precaución. Una de las empresas responsables de autobuses, metro y trenes de cercanías que comunica Nueva York y su zona metropolitana, ha advertido a los usuarios de posibles interrupciones del servicio.

Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, decretó el estado de emergencia en todo el estado ante la llegada de la tormenta, para dar mayor flexibilidad a las autoridades en su respuesta ante una situación de desastre, aunque aclaró que las previsiones indican que no será tan grave como en otras ocasiones. Las autoridades advirtieron que los fuertes vientos podrían derribar árboles y postes de electricidad, mientras que en las zonas costeras de Brooklyn y Queens podrían producirse pequeñas inundaciones.

La oficina de Bloomberg y la del gobernador Cuomo han aconsejado a la población que se abastezca de alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas ya que durante el transcurso de la tormenta podrían producirse cortes de energía, aunque aseguran que no se esperan problemas de abastecimiento de gasolina.

Como medida de precaución, las autoridades ordenaron que las escuelas suspendan las actividades extraescolares por la tarde.