El caos causado por la inusual y mortal tormenta de nieve que azotó el fin de semana el Noreste de Estados Unidos persistía ayer, con 2,2 millones de hogares sin energía, escuelas cerradas y el tráfico atascado. La tormenta que azotó el área desde Virginia Occidental a Maine causó la muerte de al menos 12 personas, la mayoría de ellas ocurridas por carreteras resbalosas. Muchos caminos aún tenían barricadas para desviar el tráfico.