Nueva Zelanda continuó ayer buscando bajo los escombros a sobrevivientes o víctimas fatales del terremoto que fue considerado el desastre natural más mortífero del país en 80 años, causando al menos 55 muertes en Christchurch, la segunda mayor ciudad. Christchurch, de casi 400 mil habitantes, fue víctima del segundo movimiento telúrico en 5 meses.

"Hoy podríamos estar presenciando el día más oscuro de Nueva Zelanda la cifra de muertos que tengo hasta el momento es de 55 personas y podría elevarse", dijo el primer ministro neozelandés, John Key, quien además aseguró que hay hasta 300 desaparecidos.

Fue el peor desastre natural del país desde que un terremoto sacudió en 1931 la ciudad de Napier, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, que dejó 256 muertos. Después, otro sismo mortal, pero con menos víctimas, fue en 1968, en el que murieron sólo 3 personas en la costa oeste de la Isla Sur.

A diferencia del sismo del año pasado, que se produjo a primera hora de la mañana, cuando las calles estaban prácticamente vacías, esta vez la gente caminaba o conducía por las calles cuando se produjo el temblor, provocando la caída de toldos y fachadas de edificios. La policía dijo que habían caído escombros sobre 2 colectivos, aplastándolos, pero aún no se había informado de víctimas.

El terremoto de magnitud 6,3 se produjo a las 12.51 de ayer en Nueva Zelanda (a las 20,51 del lunes en Argentina) a una profundidad de solamente 4 kilómetros, según el Servicio Geológico de EEUU.

Durante toda la noche, los equipos de rescate trabajaron bajo las luces en medio de la lluvia. Se centraban en: un bloque de oficinas de servicios financieros cuyas cuatro plantas cayeron una encima de otra, y un edificio de televisión que también albergaba un colegio de inglés, en donde 12 estudiantes japoneses podrían estar desaparecidos, dijo un funcionario en Japón a Reuters.

Desde el edificio de la televisión podía escucharse a sobrevivientes atrapados gritando. Además dijeron que hasta una docena o más podrían seguir dentro. Mientras que familiares de los posibles atrapados mantenían una vigilia frente al edificio bajo la lluvia.

Una mujer rescatada dijo que fue liberada 6 horas después del terremoto, al que siguieron al menos 20 réplicas. "Pensé que el mejor lugar era bajo la mesa, pero el techo se hundió encima", dijo la oficinista Anne Voss al canal de televisión TV3.

El alcalde de Christchurch, Bob Parker, describió la ciudad, como una zona de guerra.

Al hospital de Christchurch acudieron numerosos heridos. "Sobre todo hay aplastamientos y cortes y también dolores en el pecho", dijo David Meates, director del Consejo de Salud de Canterbury. Algunos de los heridos más graves podrían ser evacuados a otras ciudades, añadió.

Christchurch tiene una catedral representativa, ahora bastante destruida, y un río llamado el Avon. Tenía muchos edificios históricos de piedra, y es popular entre estudiantes de inglés y también entre turistas como trampolín para viajes a la pintoresca Isla Sur.

Las autoridades crearon albergues de emergencia en colegios locales y en un hipódromo al acercarse la noche. Los helicópteros lanzaban agua para intentar extinguir un incendio en un edificio de oficinas, mientras una grúa era utilizada para ayudar a trabajadores atrapados en otro bloque de oficinas.

Christchurch está construida sobre cieno, arena y grava, con una capa de agua por debajo. En un terremoto, el agua sube, mezclándose con la arena y convirtiendo el suelo en un pantano que se traga carreteras y automóviles.