Los científicos que están catalogando por primera vez la vida de los océanos expresaron ayer su sorpresa y fascinación por el descubrimiento de miles de especies, muchas nuevas para la ciencia, y que en muchos casos viven en las grandes profundidades donde nunca llega la luz solar.
Los científicos del Censo de la Vida Marina (CVM), un proyecto internacional que presentará en 2010 el primer listado de la vida oceánica, ya han registrado 17.650 especies que viven a más de 200 metros de profundidad y otras 5.722 que habitan a más de 1 Km de profundidad, donde casi no llega la luz del sol.
Es lo que los estudiosos definen como la "zona de crepúsculo", el lugar donde la ausencia de luz impide el proceso de fotosíntesis y, por lo tanto, la existencia de una flora activa.
Los investigadores expresaron su sorpresa por la diversidad de la vida incluso en las profundidades abismales, donde se pueden encontrar numerosos organismos vivos, ya que muchas de estas especies llegan a vivir a profundidades de hasta 5 Km.
El doctor Robert Carney, uno de los responsables del proyecto que estudia la vida a lo largo de los márgenes continentales del mundo, destacó que "aunque
el barro de los fondos profundos parece ser monótono y pobre en alimentos, ese barro monótono tiene la máxima diversidad de especies posible".
Entre las criaturas más extrañas que encontraron los investigadores está un octópodo de dos metros de longitud que vive a 1,5 Km de profundidad en aguas del centro del océano Atlántico y que fue bautizado como "Dumbo" por las largas aletas con forma de orejas que utiliza para desplazarse.
Los investigadores destacaron también la existencia de un gusano marino, que fue sorprendido mientras ingería crudo petrolífero en aguas del Golfo de México. Cuando fue sacado del fondo marino por el brazo de un robot el crudo manaba a raudales del gusano.
También en el Golfo de México, a 2,7 Km de profundidad, los científicos grabaron en vídeo el momento en que una larva transparente avanzaba apoyándose en sus numerosos tentáculos.
Los responsables del censo manifestaron que es "indescriptible" la cantidad de especies descubiertas, desde invertebrados multicolores, pasando por corales y erizos de mar que son capaces de sobrevivir 1 Km por debajo de la superficie marina.
Carney, profesor de la Louisiana State University en Baton Rouge (EE.UU.), subrayó que la gran mayoría de criaturas recogidas de los fondos abisales son nuevas para la ciencia y que de los 680 especímenes de copépodos que se recogieron sólo se conocían siete.
Otro de los científicos del CVM, el investigador Mike Vecchione, del Instituto Smithsonian de Washington, dijo que una de las principales contribuciones del proyecto es un mejor entendimiento de cómo "el ecosistema marino está estructurado verticalmente".