Ucrania denunció este lunes que Rusia volvió a atacar con una multitud de "drones suicidas" a la capital Kiev, donde causaron al menos tres muertes. Lo mismo hicieron en "cientos de localidades", muchas de las cuales quedaron sin electricidad por los daños sufridos en sus infraestructuras.
"Esta mañana, los terroristas rusos atacaron de nuevo las infraestructuras energéticas de Ucrania en tres regiones", lamentó el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, que mencionó "cinco ataques con drones" en Kiev y "ataques con misiles" en Dnipropetrovsk (centro-este) y Sumi (noreste).
Periodistas de la agencia de noticias AFP en Kiev vieron drones sobrevolando un barrio central de la capital y cómo los oficiales de la policía les disparaban con armas automáticas, y también reportaron columnas de humo por las explosiones en toda la ciudad.
Sirenas antiaéreas sonaron poco antes de las explosiones, que ocurrieron hacia las 6,35 hora local (la 0,35 en la Argentina). Uno de los bombardeos alcanzó un edificio residencial.
"El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no logrará quebrarnos", afirmó el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien confirmó que "drones suicidas y misiles están golpeando toda Ucrania".
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que el cuerpo sin vida de una mujer fue encontrado entre los escombros y que tres personas fueron hospitalizadas.
Sin embargo, el vicejefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, Kirilo Timoshenko, dijo que las personas muertas fueron al menos tres. "Por ahora el número de personas muertas como resultado de un ataque con drones kamikaze en un edificio residencial ha aumentado a tres", escribió en su cuenta de Telegram
Timoshenko añadió que 19 personas fueron rescatadas del edificio dañado en el céntrico barrio de Shevchenkivskyi.
Estos ataques se producen una semana después de que Rusia lanzó una masiva salva de misiles que duró dos días y que afectó a localidades en toda Ucrania, provocando cortes de electricidad y agua en todo el país. "Parece que ahora nos atacan todos los lunes", dijo el taxista Sergi Prijodko, mientras esperaba fuera de la estación central de trenes de Kiev. "Es la nueva forma de empezar la semana", dijo a la AFP.
Tras los ataques, el jefe de gabinete de la presidencia ucraniana, Andrii Yermak, indicó que el país necesita "más sistemas de defensa antiaéreas lo antes posible". "Los rusos piensan que esto los va a ayudar pero solo muestra su desesperación", escribió.
El ministerio de Defensa de Kiev indicó que "en las últimas 13 horas" los militares ucranianos han derribado 37 drones Shahed-136 iraníes y tres misiles de crucero lanzados por Rusia.
La semana pasada Zelenski dijo que los drones iraníes estaban siendo desplegados por los rusos para atacar la infraestructura energética, aunque Teherán niega estar suministrando armas a Moscú para la guerra.
El 10 de octubre los misiles rusos atacaron Kiev y otras ciudades en la peor campaña de bombardeos en varios meses. Estos ataques dejaron al menos 19 muertos y 105 heridos, y desataron indignación a nivel internacional.
Los ataques de Moscú se repitieron el 11 de octubre, aunque con una menor intensidad, golpeando infraestructuras energéticas en el oeste de Ucrania, lejos de la línea del frente.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que los ataques se dieron como respuesta a la explosión que dañó el puente estratégico que une a Rusia con la península de Crimea, anexada por Moscú.
El viernes, Putin expresó su satisfacción y dijo que "por ahora" no había necesidad de ejecutar más ataques contra Ucrania, y apuntó que Moscú está "haciendo todo bien" en la ofensiva, pese a algunos duros reveses.
En el sur de Ucrania, las tropas de Kiev se acercan hacia Jerson, que hasta ahora es la única gran ciudad ucraniana tomada por los rusos y que está al norte de Crimea. La región de Jerson es uno de los cuatro territorios ucranianos que Moscú reivindicó como zonas anexadas.
Otra provincia que Rusia considera como territorio propio es Zaporiyia, aunque en su extensa superficie hay áreas dominadas por Ucrania.
La Guardia Nacional rusa anunció en Moscú que fuerzas de seguridad compatriotas detuvieron a 90 colaboradores del "régimen ucraniano" en Jerson y Zaporizhzhia en una semana.
"Los oficiales de la Guardia Nacional capturaron a 90 colaboradores del SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania), el Ejército y las facciones nacionalistas en los territorios de las provincias de Jerson y Zaporiyia", dijo un portavoz del cuerpo a la agencia Sputnik.
Según el oficial, en una semana hallaron dos arsenales de armas ocultos con misiles antiaéreos portátiles, 15 sistemas antitanque con más de 90 misiles y más de 6.500 municiones de distinto calibre.
Un consejero de la presidencia ucraniana pidió este lunes que Rusia sea excluida del G20.
"Aquellos que dan órdenes de atacar infraestructuras críticas (…) y organizan una movilización general para cubrir el frente de cadáveres no pueden sentarse en la misma mesa que los dirigentes del G20", dijo el consejero de la presidencia ucraniana Mijail Podoliak.
Rusia "debe ser expulsada de todos los foros", agregó el consejero en Twitter.
Tras los ataques de la semana pasada, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de asistencia militar por 725 millones de dólares, incluyendo sistemas lanzacohetes Himars.
Con esta nueva partida, el total de asistencia militar otorgada por EEUU a Ucrania suma los 17.600 millones de dólares desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.
Fuente: Télam