La Asamblea General de la ONU expulsó ayer a Libia del Consejo de Derechos Humanos (CDH) del organismo internacional por la represión de las protestas populares por parte del régimen de Muamar Kadafi. La resolución que decreta la suspensión indefinida de Libia del órgano de derechos humanos con sede en Ginebra fue adoptada por consenso por los 192 países que conforman la organización multilateral.

Esta medida sin precedentes responde a la petición que le trasladó el pasado viernes el CDH, después de que sus 47 miembros acordaran en una sesión extraordinaria solicitar la suspensión de la participación de Libia en el organismo en respuesta a la violenta respuesta de Kadafi al levantamiento popular contra su régimen.

En una intervención previa a la adopción de la resolución, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró que las informaciones de combates y represión que llegan desde Libia son "muy preocupantes".

La resolución 1.970 pide a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, que abra una investigación sobre esos ataques, que pueden haber dejado miles de víctimas, al tiempo que impone un embargo total sobre las armas en Libia, congela los activos financieros de los Gadafi y les prohíbe viajar.