Alarmado por el dato de que casi un tercio de los niños estadounidenses sufren obesidad o sobrepeso, el presidente de EEUU, Barack Obama lanzó ayer una iniciativa para reducir los niveles de la enfermedad y puso a su esposa a cargo de promover la campaña.
Obama firmó una orden ejecutiva que dispuso una fuerza de tareas que incluirá a los secretarios del Interior, Ken Salazar; de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius; de Educación, Arne Duncan, y otros funcionarios del gabinete. "Me fijé la meta de resolver el problema de la obesidad infantil en una generación para que los niños que nazcan hoy llegan a la adultez con un peso saludable", dijo Obama al firmar la orden ayer en la Casa Blanca.
Primero pidió a la primera dama, Michelle Obama, que se ponga a la cabeza de una campaña nacional para concientizar al público acerca del problema. "Ella fomentará la participación de actores de todos los sectores, el público, organizaciones sin fines de lucro, empresas privadas, al igual que padres y jóvenes, para ayudar a respaldar y amplificar el trabajo del Gobierno federal en torno a la mejora de la salud de nuestros niños", dijo Obama. "La obesidad está reconocida como un problema desde hace décadas, pero los esfuerzos para lidiar con esta crisis fueron insuficientes hasta el momento".
El presidente ordenó a los miembros del gabinete que se reúnan dentro de tres meses y redacten "un plan integral interinstitucional’.
El Instituto Independiente de Medicina halló varios estudios que indican que los estadounidenses deberán hacer más ejercicio, comer menos grasa y comidas endulzadas y consumir más frutas y verduras para superar la obesidad y los problemas que genera, como la enfermedad cardíaca, la diabetes y el cáncer. Pero también aconsejó cambiar ciertas políticas para ayudar a las personas a lograrlo.
Entre otras cosas, propuso fomentar la creación de áreas para hacer deportes, modificar los programas de almuerzo en los colegios, promover la venta de verduras en lugares de difícil acceso a alimentos saludables y crear un mejor sistema de transporte público para que las personas usen menos el auto. "Sin una intervención efectiva, muchos más niños sufrirán enfermedades serias que pondrán en aprietos a nuestro sistema de salud. Debemos actuar ahora y evitar gastar millones de dólares tratando enfermedades prevenibles", dijo Obama.