El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunió en el día de ayer con los familiares de los once fallecidos que dejó la explosión y hundimiento de la plataforma petrolera en el Golfo de México, y pidió un endurecimiento de las leyes para casos de vertidos similares. Las leyes actuales "no son adecuadas para lo ocurrido" en el Golfo, pues se aprobaron antes de que el sector petrolero empezara a perforar en alta mar, donde si se produce un problema las consecuencias pueden ser mucho más graves ante las dificultades para resolverlo, explicó. Los principales directivos de la petrolera BP fueron convocados a una reunión en Washington el 16 de junio, en la que participará el presidente Barack Obama, para hablar del desastre ocasionado por el vertido de crudo en el Golfo de México, ya que BP es "financieramente responsable de todos los costes derivados del vertido, de los esfuerzos para pararlo, reducir la expansión del crudo, proteger la costa y mitigar los daños, así como proveer apoyo a largo plazo para que las personas y las comunidades puedan recuperarse".