Buenos Aires, 27 de marzo.- El papa Francisco y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvieron este jueves una reunión en el Vaticano en la que el mandatario estadounidense le dijo al Sumo Pontífice que era "maravilloso" conocerlo.

"Es maravilloso conocerlo, muchas gracias", se oyó decir a Obama, mientras que el Papa se limitó a decir "Gracias", en la Sala del Tronetto, anexa a la Biblioteca Privada, donde se reunieron después.

El ruido de los flashes de los fotógrafos que cubrían el acto impidió oír las presentaciones entre ambos, pero se observó a un presidente Obama emocionado y sonriente, mientras que el Papa guardaba un semblante más serio.

Ambos posaron unos instantes ante los fotógrafos y después pasaron a la Biblioteca privada, donde se sentaron uno frente al otro delante de un escritorio y el Papa le dijo en inglés: "Bienvenido, señor presidente".

Tras algunos minutos de conversación informal entre ambos, los fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas abandonaron la sala y comenzó el coloquio privado, con la ayuda de intérpretes.
El encuentro duró unos 50 minutos, más de la media hora que suelen durar las conversaciones del Papa con los jefes de Estado y Gobierno que lo visitan. y después pasaron a los saludos y la entrega de regalos.

Como es habitual, Obama llegó acompañado por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, y fue escoltado en el palacio pontificio por los gentilhombres del Papa, la guardia suiza y una amplia delegación de la que formaba parte también el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

En una de las salas adyacentes esperó la amplia delegación estadounidense, acompañada por el arzobispo Ganswein.

La última vez que el presidente de EE.UU. estuvo en el Vaticano fue el 10 de julio de 2009, para reunirse con Benedicto XVI.

"El Papa nos desafía. Nos implora a darnos a la gente, a las familias, a los pobres. Nos invita a detenernos y a reflexionar sobre la dignidad del hombre. Llego a Roma para escucharlo", dijo Obama en una entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera. Además, el líder demócrata aseveró que el pensamiento de Francisco es "precioso" para "comprender cómo podemos vivir los retos contra la pobreza extrema y para limitar la desigualdad".

"El pontífice expone ante nuestros ojos el riesgo de habituarnos a las desigualdades extremas hasta el punto de aceptarlas como algo normal", agregó Obama durante la entrevista, concedida esta semana en Bruselas durante la gira que el mandatario realiza por Europa.

El encuentro de Obama con Francisco y autoridades de Italia tienen a la Ciudad Eterna casi paralizada por el imponente despliegue de seguridad. Al desconcierto de los turistas y el enfado de los romanos se sumaron algunos carteles en contra de la visita del presidente estadounidense, con la leyenda "Roma está con Putin. Obama huésped indeseable", firmados por grupos de extrema derecha como el Movimiento Social Europeo.

Existe incertidumbre también por saber qué destino tendrán las anunciadas protestas de grupos de inmigrantes latinoamericanos que residen en Estados Unidos, quienes le pidieron al Papa que interceda ante Obama para detener las deportaciones y que se pronuncie a favor de la reforma migratoria en ese país.

El avión presidencial estadounidense Air Force One aterrizó este miércoles en el aeropuerto de Fiumicino a las 17.20 hora argentina, proveniente de Bruselas, donde Obama participó de una cumbre entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

A su arribo, Obama fue recibido por el embajador de Estados Unidos en Roma, John Phillips, y su colega ante la Santa Sede, Kenneth F. Hackett.

Tras los saludos, Obama emprendió viaje hacia la Villa Taverna, en el barrio romano de Parioli, residencia del embajador de Estados Unidos.

Durante la estancia de Obama en la capital romana, de 36 horas aproximadamente, el vecindario permanecerá blindado por más de 1.000 agentes, entre fuerzas especiales italianas y vehículos acorazados estadounidenses, según los medios.

Además, 200 agentes de los servicios secretos de la Casa Blanca acompañarán en todo momento al mandatario.

Luego de verse con el papa Francisco en el Vaticano, Obama tiene previsto reunirse también con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro del país, Matteo Renzi.

Por la tarde, hará turismo por la ciudad y visitará el emblemático Coliseo, que permanecerá cerrado al resto del público durante toda la jornada, lo que también genera malestar.