En el discurso anual del presidente de EEUU ante el Congreso, en el que hizo un repaso de la economía y los desafíos para 2011, Barack Obama anunció anoche que en marzo viajará a Brasil, Chile y El Salvador.

"En marzo, viajaré a Brasil, Chile y El Salvador para forjar nuevas alianzas para el progreso en América", sostuvo el mandatario estadounidense.

La información sobre el viaje de Obama a Brasil había sido anticipada ayer por el diario "Folha de Sao Paulo", que informaba que la cancillería brasileña estaba negociando con la Casa Blanca la fecha de la visita que podría marcar una nueva etapa de las relaciones bilaterales.

Confirmado el viaje queda sin efecto la visita que iba a realizar a Washington que la presidenta Dilma Rousseff, entre los días 12 y 18 de marzo.

La visita de Obama a Brasil es un espaldarazo por parte de Washington a la flamante presidenta brasileña, debido a que ésta, poco antes de asumir, manifestó su desacuerdo con la política de su país en el área de derechos humanos a nivel internacional, y particularmente en Irán.

En una entrevista con el diario "Washington Post", la entonces presidenta electa dijo no concordar con la abstención de Brasil en la ONU, cuando se votó una condena al gobierno de Irán por violaciones de los Derechos Humanos.

También provocó un alejamiento entre Brasilia y Washington el -a los ojos de Brasil- poco empeño mostrado por Obama para restituir en el poder al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, derrocado por la fuerza.

En consecuencia, el acercamiento brasileño a Irán y el "poco empeño" de Washington en relación a Zelaya enfriaron las relaciones entre Brasil y EEUU en los últimos años.

En cuanto al discurso ante el Congreso, Obama reiteró su deseo de lograr acuerdos de libre comercio con Panamá y Colombia, buscando un pacto similar al que el país tiene con Corea del Sur.

"Yo dejé claro que aplicaríamos nuestros acuerdos comerciales, y que sólo firmaría acuerdos que mantengan la fe de los trabajadores estadounidenses y que promuevan empleos estadounidenses", afirmó el presidente.

Obama también pidió poner fin a los subsidios a las compañías petroleras para ayudar a financiar la innovación en tecnologías limpias. "Necesitamos respaldar la innovicación. Y para ayudar a pagarla, pido al Congreso que elimine los miles de millones de dólares de los contribuyentes que actualmente entregamos a las compañías petroleras", explicó.

El presidente también reiteró que "el país no puede soportar una extensión permanente de los recortes tributarios para el 2% más rico de los estadounidenses".