Rusia puso ayer en marcha el primer tramo del gran oleoducto oriental, que le permite diversificar sus exportaciones de crudo, reducir su dependencia de los clientes europeos y aumentar su presencia en la zona de Asia y el Pacífico.

El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, inauguró en la región de Primorie, en la costa pacífica, el primer tramo del oleoducto Siberia Oriental-Océano Pacífico (VSTO, en sus siglas en ruso) y despidió el primer buque cisterna cargado con crudo de los yacimientos siberianos.

"Es un gran acontecimiento para el sector y para esta región, pues el VSTO permite a Rusia incrementar su hasta ahora insuficiente presencia en los mercados de Asia y el Pacífico’, declaró Putin en la bahía de Kozminó, donde se encuentra la terminal portuaria.

El jefe del Gobierno subrayó que este "proyecto estratégico", realizado en cinco años a pesar de la crisis financiera, dará un fuerte impulso al desarrollo del Extremo Oriente de Rusia y permitirá al país "diversificar los suministros de crudo".

El primer tramo del VSTO, operado por la constructora nacional de oleoductos Transneft y que transporta crudo extraído por la compañía estatal Rosneft, recorre la ruta Taishet-Ust Kut-Lensk-Aldán- Skovorodinó, entre la región siberiana de Irkutsk y la extremo-oriental del Amur, según la agencia oficial RIA-Nóvosti.

La longitud del primer tramo, VSTO-1, es de 2.694 kilómetros y la capacidad de trasiego de 30 millones de toneladas de crudo al año.

El segundo tramo del proyecto, VSTO-2, prevé tender 2.100 kilómetros de tuberías entre Skovorodinó y Kozminó, construir otras ocho estaciones de bombeo y ampliar la terminal portuaria, tras lo cual la capacidad total del oleoducto aumentará hasta los 80 millones de toneladas de crudo anuales.