Tailandia, 23 de septiembre.- A pesar de su prohibición y de la polémica que generó en los medios, los orangutanes que protagonizan un espectáculo de boxeo tailandés se convirtieron de nuevo en una de las mayores atracciones de un parque temático de Bangkok.
Con guantes y dentro de un ring a la medida de su tamaño, los primates recrean una pelea de "muay thai" -arte marcial tailandés- durante una función en la que las únicas personas son el presentador y un árbitro que debe agacharse para vigilar a los animales.
Los orangutanes son alentados para que se golpeen tanto desde las gradas como por el animador, que les lanza comida por cada golpe que dan en el cuerpo del adversario. Además, el hombre narra el combate por un micrófono, con la banda sonora de "Rocky" como música de fondo.
La función dura media hora y concluye cuando uno de los monos noquea al otro, que es sacado del escenario en camilla, mientras los cientos de turistas que llenan el anfiteatro del Safari World Bangkok ríen y aplauden emocionados.
Luego del show, los orangutanes son encerrados en minúsculas jaulas y sometidos a un durísimo régimen de entrenamiento que no toleraría ningún ser humano, según la organización Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA).
"Por si no fuera suficiente crueldad privar de libertad a estos seres vivos, encima obligan a los machos a tomar parte en peleas en las que pueden sufrir heridas, y las hembras hacen de vulgares animadoras", se lamenta la directora de campañas de PETA en Asia-Pacífico, Ashley Fruno.
La activista recuerda que este espectáculo ya fue prohibido en 2004, cuando las autoridades locales descubrieron que 48 monos habían sido importados ilegalmente desde Indonesia -donde habían sido capturados por cazadores furtivos- y fueron devueltos al país de origen.
PETA exige al Gobierno de Tailandia que ilegalice definitivamente la representación puesto que los orangutanes, una especie endémica del Sudeste Asiático y en grave peligro de extinción, son víctima de un sinfín de abusos y maltratos.
