La Organización Mundial de la Salud (OMS) halló elementos cancerígenos en los cigarrillos electrónicos que se usan para controlar la adicción al tabaco y poder dejar de fumar, informaron fuentes médicas.

Los cigarrillos electrónicos son unos dispositivos desarrollados en China que se venden por internet y funcionan a pilas, suministrando a la persona que los utiliza o "consume" dosis de nicotina en forma de un vapor que producen el gusto y la sensación de fumar.

Alejandro Videla, vicepresidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT), precisó días atrás que "tanto la Organización Mundial de la Salud como la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos han realizado estudios sobre el cigarrillo electrónico encontrando que contiene elementos carcinogénicos".

Los expertos de la FDA han descubierto que, después de analizar 19 cigarrillos de las dos marcas con más cuota de mercado en todo el mundo, "la mayoría contenía carcinógenos tan conocidos como las nitrosaminas", explica Benjamín Westenberger, principal autor de esta investigación.

A su vez, contienen químicos tóxicos peligrosos para la salud, como el etilenglicol, utilizado como anticongelante para los coches.

Según la web de una de las compañías que lo comercializa, "no tiene los 4.000 componentes químicos producidos por el cigarrillo tradicional, ni alquitrán, ni otras sustancias cancerígenas".

Videla añadió que la OMS y el organismo estadounidense que controla los alimentos y las drogas "recomiendan que no se los expenda como productos de tabaco sino como dispositivos que entregan nicotina".

En Argentina, ésto debe "ser regulado por organismos como la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)", señaló.

El neumonólogo del equipo del Hospital Universitario Austral alertó que "el producto es ilegal en países como Australia, Dinamarca, Canadá y Finlandia y no existe evidencia de la efectividad en el efecto para dejar de fumar, ni de su seguridad en cuanto a lo que puede producir en el organismo".