Concurrencia. Un camarero del local indicó al diario Hürriyet que en el local donde ocurrió el ataque había unas 500 o 600 personas festejando la llegada del 2017.

Turquía comenzó en la madrugada de ayer el año nuevo con un ataque en un boliche de Estambul, en el que murieron al menos 39 personas y 69 resultaron heridos, muchos de ellos extranjeros.

La policía turca continuaba ayer tras la pista del autor del ataque contra un selecto club nocturno, en el que 69
personas resultaron heridas. El primer ministro turco, Binali Yildirim, afirmó que el atacante, un hombre que permanecía huido más de 20 horas después del atentado, dejó su arma en la exclusiva discoteca ‘Reina‘, situada en la orilla europa del río Bósforo, donde irrumpió hacia la 01.30 hora local (19.30 del sábado argentino) y disparó indiscriminadamente contra la gente que festejaba la llegada del Año Nuevo.

El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, dijo que el agresor usó un ‘arma de largo alcance‘ para disparar ‘brutal y salvajemente‘ contra la gente, refiriéndose aparentemente a un rifle de asalto. ‘Es un terrorista como ya los conocemos. Disparó al policía de la puerta, entró y ametralló y mató a personas inocentes. Entonces dejó el arma (en el lugar de los hechos) y abandonó el sitio durante el caos‘, relató Yildirim.

Los testigos han descrito en la prensa turca un terrible pánico, en el que algunos incluso perdieron el conocimiento durante un suceso que duró siete minutos desde la llegada del asesino. El asaltante no necesitaba vestir de etiqueta: disparó las primeras balas de su arma automática en la acera ante el local,
matando a un guardia y a un civil antes de lanzarse al interior del club.

Cuando del 2017 aún no había pasado hora y media, el Bósforo sirvió de vía de escape a numerosos
clientes que prefirieron lanzarse al agua helada antes que esperar las balas del asesino, que disparaba de forma indiscriminada contra la muchedumbre.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, vinculó los ataques con los acontecimientos en la región, donde Turquía afronta conflictos al otro lado de su frontera, en Irak y Siria. Unos tres millones de refugiados sirios viven en la actualidad en suelo turco. Turquía forma parte de la coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra el grupo insurgente Estado Islámico y lanzó incursiones en Siria para expulsar a los extremistas suníes de sus fronteras.

La cancillería argentina manifestó su ‘condena‘ al ataque en Estambul.

La policía turca continuaba ayer tras la pista del autor del ataque contra el selecto club nocturno de Estambul.

El boliche Reina es uno de los más conocidos de Estambul y uno de los favoritos de la clase alta local y extranjera que visita la famosa ciudad. No es raro que alguna de las celebridades llegue en yate privado hasta su amarradero.

Según testigos no identificados por los medios de comunicación locales, en el momento de la masacre, el atacante gritó ‘Allah Akbar‘ (Alá es el más grande).

De las 39 víctimas mortales del ataque, 11 son de ciudadanos turcos, 24 de otros países, mientras
que quedan 4 cuerpos sin identificar, informó el diario Hürriyet. El rotativo indica que entre los extranjeros asesinados las autoridades han identificado a siete de nacionalidad saudí, cuatro de Irak, tres de Jordania, dos de la India, dos de Túnez, dos del Líbano, una de Canadá, una de Siria, una de Israel y una de Bélgica. Efe, Reuters y Télam