Buenos Aires, 11 de junio.- El público estaba separado del animal a través de un vidrio, mediante el cual se podía observarlo nadar. Pero el espectáculo natural terminó cuando el mamífero arrojó una piedra y rompió el cristal.



Los dos visitantes que estaban en el lugar en ese momento huyeron aterrorizados, aunque el animal no logró salir ni hubo víctimas que lamentar.