El temor al desabastecimiento y al aislamiento se sumaban ayer a la paranoia sanitaria en el territorio británico luego que Francia cerrara sus fronteras y más países prohibieran vuelos al Reino Unido por una nueva cepa más contagiosa del coronavirus que obligó a confinar a Londres y el sur de Inglaterra.

La decisión francesa, que se prolongará por al menos 48 horas, desató una ola de preocupación, porque miles y miles de camiones quedaron impedidos de cruzar el Canal de la Mancha por el Eurotúnel, al igual que los cientos de barcos que navegan de un lado a otro transportando mercaderías.

Una importante cadena de supermercados, Sainsbury"s, anunció que si Francia mantiene su decisión de cerrar el paso de los camiones que cubren la ruta Calais-Dover a través del Eurotúnel -inactivo desde la tarde del domingo- "se comenzará a ver escasez de alimentos en los próximos días, sobre todo alimentos frescos como lechugas, coliflor, brócoli o cítricos".

Varias de las sucursales de la cadena estaban atestadas de clientes a primera hora de ayer, con gente que llenaba sus carros.

El exportador escocés de mariscos Lochfyne denunció como un "desastre" el bloqueo de camiones cargados con pesca viva destinada al continente. "Si pasamos 48 horas, después no llegaremos a tiempo para la entrega de Navidad", afirmó en Twitter.

Enormes embotellamientos se extendían también por el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, donde al menos 6.000 camiones permanecían varados. El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró después de finalizar la reunión de crisis de Gobierno, que los bloqueos "sólo afectan a la carga transportada por humanos", e hizo referencia a que muchos contenedores viajan solos por barco.

"Sólo (afecta al) 20% del total que viene o va al continente europeo, lo que significa que la gran mayoría de alimentos, medicinas y otros suministros van y vienen con normalidad", añadió.

Johnson informó, además, que se comunicó con el presidente francés, Emmanuel Macron, y que ambos mandatarios buscan "resolver estos problemas lo más rápido posible". Asimismo, las autoridades británicas aseguraron que aunque el país tiene reservas, temen que los consumidores se dejen llevar por el pánico a cuatro días de las fiestas, que en lugares como Londres se vieron mutiladas por el surgimiento de esta nueva cepa del virus, anunciada hace días.