Mientras Chile iniciaba ayer el primero de tres días de duelo por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que devastó la zona Centro y Sur del país, aquí, se reavivó el debate sobre la posibilidad de que en los próximos años Argentina sufra un sismo tan destructor como el de Maule y Bío Bío.
Diferentes especialistas en cuestiones geológicas plantearon ayer en una nota publicada por el diario Clarín que "Argentina podría sufrir un terremoto tan fuerte como el de Chile". Sin embargo, el director de Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), Alejandro Giuliano, salió a poner paños fríos a estos pronósticos y también sobre la supuesta "falta de elementos para medir la Tierra", aunque advirtió de la importancia de los "controles" para la construcción de edificios sismorresistentes. Estas inquietudes habían planteado los consultados en la publicación.
"En Chile los terremotos son inter-placas mientras que en la Argentina son intra-placa lo que genera la actividad sísmica en nuestro país, por lo que un sismo aquí no puede alcanzar la magnitud de la del país vecino", resumió Guiliano.
El titular del Inpres fue uno de los consultados para la nota del matutino porteño, pero salió a aclarar el contenido de su frase: "podría ocurrir un sismo destructivo en la Argentina, pero no se puede predecir la fecha y el lugar, como tampoco se consigue en otros países del mundo".
En una nota con la agencia Télam -no contestó los llamados de DIARIO DE CUYO-, Giuliano señaló que "en materia sísmica no es posible hacer predicciones, por lo tanto se torna alarmista decir que los mismos van a producirse en 10 años o en cualquier lapso de tiempo". Así lo había planteado en la nota, Patricia Alvarado, investigadora del Conicet y doctora en Geología de la Universidad Nacional de San Juan.
"Aquí lo importante es lo que se hace en materia de construcciones para evitar el colapso de las edificaciones", expresó Giuliano.
En la Argentina el Inpres desarrolla un reglamento para las construcciones sismorresistentes que ha sido adoptado por todas las provincias. Este reglamento determina los criterios constructivos en zonas sísmicas que permiten a las estructuras resistir un sismo sin colapsar.
Los terremotos ocurridos en San Juan muestran el rol de las construcciones sismorresistentes, ya que dos terremotos de igual magnitud -7,4 grados- tuvieron consecuencias distintas. En 1944 el 80 por ciento de ciudad quedó destruida con 10.000 muertos, mientras que en 1977 la ciudad salió prácticamente indemne, porque las estructuras no colapsaron, ya que se cumplió con los reglamentos de construcción.
En el caso de San Juan, la supervisión y el poder de policía para la aplicación de las normas constructivas se centraliza en la provincia, mientras que en otros puntos del país éstas están descentralizadas en los municipios.
"Este ejemplo, muestra la importancia de hacer cumplir rigurosamente los reglamentos sismorresistentes", sostuvo el Inpres.
En materia de medición Giuliano destacó que "el Inpres tiene 50 estaciones sismológicas y 148 acelerógrafos lo que nos permite medir certeramente todo el movimiento sísmico del país y la región".
La cantidad de estaciones de medición sismológica es el doble de las existentes en el año 2001, ya que desde el 2003 se viene realizando un plan de inversión que ha permitido ampliar, mejorar y renovar la tecnología del Instituto.