El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que costará "entre cinco y diez años" consolidar la integración suramericana y abogó por insistir en el diálogo y en la paz para contribuir al desarrollo de la región. "Hay un tiempo de maduración de la confianza entre los gobiernos, después entre los políticos, más tarde los empresarios y (por último) el pueblo con los pueblos de otros países", dijo Lula en una entrevista con Efe. Aseguró que no espera ver la consolidación de la integración suramericana en su mandato, que termina al final de 2010, ni a corto plazo, sino que analiza el asunto "en tiempo histórico", por lo que se considera "muy satisfecho" por los avances logrados hasta la fecha.