América Latina está preparada para asumir un rol más importante en el escenario mundial y ser una aliada de EEUU en comercio y seguridad, dijo ayer el presidente Barack Obama durante una visita a Chile.

En un discurso en el que reconoció que EEUU a veces no ha valorado a Latinoamérica en su justa dimensión, llamó a una nueva era en las relaciones con una región con un rápido crecimiento económico y una estabilidad democrática que ha dado grado de inversión a países como Brasil, Chile, México, Perú, Colombia, Costa Rica y Panamá.

En una conferencia de prensa conjunta con su par chileno, Sebastián Piñera, Obama enfatizó que desde EEUU "exportamos más de tres veces a Latinoamérica que lo que exportamos a China. Nuestras exportaciones a esta región pronto apoyarán más de dos millones de empleos en Estados Unidos. En resumen, cuando Latinoamérica es más próspero, Estados Unidos es más próspero", enfatizó Obama.

Particularmente con Chile, el mayor exportador mundial de cobre y considerado un modelo para la democracia y el crecimiento en la región, dijo que se puede avanzar más en la cooperación económica entre ambas naciones que tienen un Tratado de Libre Comercio vigente desde el 2004.

"Uno de nuestros socios más cercanos y fuertes es Chile. Ha sido una de las economías más abiertas y con el crecimiento más rápido (...) Creo que hay mucho que podemos seguir haciendo para expandir nuestra asociación económica", dijo Obama durante una sala de prensa en el palacio presidencial de La Moneda.

Al ser preguntado por un periodista chileno acerca de la responsabilidad de su país en el derrocamiento del socialista

Salvador Allende por un golpe de Estado en 1973, Obama reconoció que "la historia de las relaciones entre EEUU y Latinoamérica a veces ha sido extremadamente difícil".

"Creo que es importante, sin embargo, que no nos quedemos atrapados por la historia, y el hecho es que en las últimas dos décadas hemos visto un extraordinario progreso en Chile, que no ha sido impedido, sino que ha sido plenamente apoyado por los Estados Unidos", indicó.

Pese a describir el interés de EEUU en la economía de la región, Obama reconoció sin embargo que existen asignaturas pendientes en América Latina, como la pobreza extrema o las desigualdades en algunos países y la corrupción.

"Somos todos americanos", recalcó Obama, recordando el peso económico y migratorio de América Latina para su país, en el discurso que la diplomacia estadounidense quiso homologar a la Alianza para el progreso del mandatario John Kennedy.

En ese sentido, Obama sostuvo que ese "ambicioso programa para el progreso" era apropiado para entonces, pero que la realidad actual "exige algo diferente". "Creo que en las Américas no hay socios preponderantes y menores. Hay socios iguales", definió y resaltó que "en una asociación de iguales se requieren responsabilidades compartidas".

El mandatario no enunció, sin embargo, ninguna medida concreta para llevar adelante esta nueva relación, a excepción del intercambio estudiantil. Obama y Piñera analizaron también la capacitación de técnicos en energía nuclear. Pero Piñera aclaró que Chile "no va a planificar ninguna planta de energía nuclear".