El presidente del gobierno saliente Pedro Sánchez reivindicó este domingo la victoria del Partido Socialista en las elecciones legislativas españolas, frente a cientos de simpatizantes en Madrid. Al no haber logrado la mayoría absoluta, el mandatario se mostró dispuesto a negociar con todas las fuerzas políticas del país.

"El Partido Socialista ha ganado las elecciones generales, y con ello ha ganado el futuro y ha perdido el pasado", proclamó desde el balcón de la sede del PSOE, en Madrid. Según datos casi definitivos, su partido obtuvo 123 de los 350 escaños de la cámara baja, lejos de la mayoría absoluta, y deberá pactar con otras fuerzas para continuar dirigiendo el país.

"Con Rivera no", le corearon sus seguidores, dejando un claro mensaje de que no quieren que el PSOE pacte con el líder de Ciudadanos para formar gobierno. "Nosotros no vamos a poner cordones sanitarios, la única condición es respetar la Constitución, avanzar hacia la justicia social, la convivencia y limpieza política", respondió Sánchez.

Con Ciudadanos, el PSOE rápidamente formaría gobierno, ya que pasaría los 176 escaños necesarios; llegaría a 180, con los 57 obtenidos por el bloque de centroderecha.

Sin embargo, esa opción se ve difícil tras la dura campaña desplegada por Rivera contra Sánchez. El Partido Popular (PP) y Ciudadanos ha sido la clara oposición a los socialistas durante el gobierno de Sánchez.

"Creo que ha quedado bastante claro", respondió el presidente español a los militantes socialistas que invadieron la calle Ferraz, flanqueado por por su equipo de confianza, en el que se encontraba su vicepresidenta Carmen Calvo, quien lucía una camiseta llamativa con el lema "Yes, I am a feminist", en una clara alusión a la defensa de la lucha feminista en España.

Ante su respuesta, sus seguidores gritaron de nuevo al unísono: "no pasarán", en este caso en alusión a los tres partidos en los que se ha partido la derecha en España: el Partido Popular, Ciudadanos y el ultra Vox.

"Los españoles quieren claramente que el Partido Socialista Obrero Español gobierne y lidere el país durante los próximos cuatro años", anunció Sánchez.

Pese a esto, el presidente español tendió su mano "a todos los grupos para gobernar dentro de la Constitución". Quien sí se mostró dispuesto a negociar con Sánchez es Pablo Iglesias, líder de Podemos. "Nos hubiera gustado un resultado mejor", reconoció, pero aclaró que trabajará "para que en España haya un gobierno de coalición de izquierdas".

No obstante, con los 42 escaños que alcanzó el bloque de izquierda, no le alcanza a Sánchez para lograr mayoría absoluta. La posibilidad de un gobierno de izquierdas dependería de un entendimiento con los partidos independentistas catalanes, posible pero laborioso.