EEUU pedirá la pena de muerte para el supuesto cerebro de los atentados del 11-S, Jalid Sheij Mohamed, y otros cuatro sospechosos de los ataques, a los que trasladará de Guantánamo a Nueva York para juzgarlos en tribunales federales.

Mohamed y los otros cuatro detenidos -Walid bin-Atash, Ramzi Bin al-Shibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa al-Hawsawi- están acusados de orquestar los atentados de 2001 contra Washington y Nueva York en los que murieron unas 3.000 personas. "Daré instrucciones a los fiscales para que soliciten la pena de muerte contra cada uno de los supuestos conspiradores del 11-S", afirmó ayer en una rueda de prensa el secretario de Justicia estadounidense, Eric Holder.

El titular de Justicia adelantó, además, que otros cinco sospechosos de terrorismo, detenidos también en Guantánamo, serán juzgados por comisiones militares.

Ese segundo grupo incluye a Abd al-Rahim al-Nashiri, presunto responsable del ataque de 2000 contra el destructor estadounidense Cole en Yemen en el que murieron 17 soldados estadounidenses.