El electo presidente de Chile, Sebastián Piñera, advirtió a sus ministros designados que las medidas para enfrentar los efectos del sismo del sábado último, que dejó dos millones de damnificados y afectó 500 mil viviendas, marcarán y redefinirán el programa por los tres primeros años de gestión.
En una reunión que celebró la noche del martes con los integrantes de su futuro gabinete, Piñera definió cuatro tareas centrales que marcarán el futuro gobierno, destacaron medios locales.
Estos objetivos están vinculados a la seguridad ciudadana y las tareas de abastecimiento, lo que podría marcar la ampliación del estado de catástrofe a otras regiones del país, además de las ya determinadas.
También se analizó la denominada "emergencia productiva" que buscará retomar las actividades productivas con facilidades e incentivos a las empresas para recuperar las capacidades registradas en los últimos años.
El mandatario electo anticipó la conformación de un tercer equipo que trabajará en la reconstrucción de las áreas arrasadas por el terremoto, con especial hincapié en las de los ministerios sociales, como Salud, Vivienda, Educación y Obras Públicas.
Piñera, finalmente, definió la necesidad de reorientar el programa de gobierno en función de la catástrofe y establecer un cronograma de financiamiento lo que, aseguran, marcará sus primeros dos o tres años de gobierno.
En tanto su ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reveló que está estudiando distintas opciones para recaudar recursos para afrontar los gastos de reconstrucción. El economista declinó especificar si esas opciones incluían la emisión de deuda soberana o recurrir a los miles de millones de dólares ahorrados en fondos durante un auge en el precio del cobre, y que según analistas son dos alternativas viables.
Los primeros cálculos de especialistas apuntan a que el daño por el terremoto, que ha dejado al menos unos 800 muertos, podría alcanzar a unos 30.000 millones de dólares, equivalente a cerca de un 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo a cifras previas del Ministerio de Hacienda, los dos fondos soberanos de Chile acumulaban recursos por unos 14.700 millones de dólares a valor de mercado a enero.
El martes, la presidenta Michelle Bachelet, dijo que Chile estaba dispuesto a tomar crédito internacional "en buenas condiciones", es decir a bajo costo, para emprender el desafío de la reconstrucción.
El diario El Mercurio dijo ayer que Piñera y el saliente Gobierno de Bachelet estaban estudiando la posibilidad de reasignar inversiones del presupuesto que estaban comprometidas para la zona Norte, a las áreas más afectadas en el centro y Sur.
Frente a este nuevo escenario económico en Chile, el presidente electo anunció, además, que adelantará el nombramiento de los futuros intendentes de las regiones siniestradas por el terremoto para que éstos se incorporen a los equipos de emergencia conformados por el actual gobierno.
En otros gestos revelados por los medios locales, trascendió que Piñera dispuso un cambio de mando más austero de lo anunciado, e insistió en pedirle a sus ministros moderar sus críticas al gobierno y mostrarse cooperadores y constructivos.